sábado, 28 de julio de 2012

Otro flagelo más…


La delincuencia que se está presentando en la segunda niñez y en la adolescencia va incrementándose en este país, de manera escandalosa año tras año. Los especialistas en el tema ven las causas en la educación que reciben de padres y educadores. Dicen los estudiosos que los sistemas educativos actuales adulteran los auténticos valores espirituales. Y cuando los niños y adolescentes no están impregnados de las virtudes de la bondad, de la caridad, del altruismo, de la generosidad, estas criaturas toman el camino de la delincuencia, de la depravación. 

Este fenómeno social de la degeneración de los niños y adolescentes, es el resultado de un sistema escolar altamente competitivo, mezclado con el terrible materialismo que les aniquila toda inquietud y para colmo, influenciados por una sociedad que venera los títulos académicos como pasaporte para obtener “status” social. 

En otros tiempos había por lo menos más ética en esto de la educación, hoy la vida en los institutos educativos es muy vaga, muy incoherente, muy subjetiva, a los educandos se les hace aprender ciertas materias que en la vida práctica no sirven para nada. Las presiones y tensiones de los institutos educativos que encuentran los alumnos y no pueden combatir, son responsables de una de las más graves situaciones que afrontan los educandos, que en última instancia llevan a muchos a la delincuencia, al pillaje, al robo y en el peor de los casos, a entregarse a los grupos armados ilegales, tanto de derecha como de izquierda.

El número de alumnos de ambos sexos que atraviesan por esta situación delincuencial, sienten que los sistemas de tensión son insoportables. De acuerdo con las estadísticas de las autoridades competentes, el aumento de la delincuencia de niños y adolescente se ha duplicado en este primer semestre del presente año en relación al último año. 

Las estadísticas de un grupo de educadores preocupados por esta situación dicen que una alto grado de muchachos menores de 16 años son detenidos por la Policía Nacional infraganti cometiendo asaltos, violaciones sexuales. Lo particular del caso son las estadísticas sobre atracos con armas de todo tipo, especialmente desalentadoras debido a la edad de los victimarios. 

Mientras no se trabaje con una educación basada en los principios sólidos de: libre iniciativa, no imitación, libertad creadora, atención consciente, amor, cómo pensar, saber escuchar, sabiduría, comprensión, integración, sencillez, paz, veneración, inteligencia, vocación, etc., seguirán no sólo los niños y adolescentes, sino los adultos también, aumentando la delincuencia en el país y el aumento monstruoso del índice de violencia sexual. 

Existe gran decadencia mental, moral y social, pero padres y educadores están llenos de ansiedades y preocupaciones personales y dolorosamente sólo tienen tiempo para pensar en cómo hacer para darles una profesión, adquieran el codiciado status, que no se mueran de hambre, y eso es todo. Pero de cómo tienen la mente estos muchachos, nadie se ocupa

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