miércoles, 14 de noviembre de 2012

Matar es el acto de mayor corrupción humano




La masacre cometida en zona rural al norte del departamento de Antioquia en días pasados, nos deja cavilando muy seriamente en nuestro país. Al consultar las estadísticas de criminalidad de los países latinoamericanos nos sorprende sobremanera de ser éste uno de los más violentos y destructivos de vida humana, y lo que es peor, parece que vamos alcanz ando un nivel aberrante en esta materia dantesca.

Matar jamás ha resuelto ningún problema. Con matar a una persona no se resuelve nada; pero sí cae sobre el asesino el oprobio de ser un sujeto corrupto, un degenerado en franco estado involutivo; ciertamente es un enemigo de la sociedad, de la civilización y de la cultura. 

Matar a un ser humano es algo demasiado rudo, tosco, monstruoso, abominable. El asesino es una máquina inconsciente, estúpida, que despedaza a sus semejantes con la finalidad execrable de satisfacer sus pasiones bestiales, como el odio, la venganza, la ira, el rencor, el amor propio herido, los celos, el robo, etc., etc.

Ninguna forma de asesinato puede tener justificación alguna. Con matar a otro no se resuelve ningún problema en la vida. Matar huele a canibalismo, a vida de cavernas, a bestialidad del peor tipo, a arco, a flecha, a lanza, a orgía de sangre, es a todas luces incompatible con la civilización. Todos los asesinos son cobardes, medroso. 

En estos momentos de crisis mundial y de bancarrota de los todos los valores éticos y morales, toca a los maestros y maestras de Escuelas, Colegios, Universidades, enseñar a sus alumnos y alumnas la verdad sobre el asesinato. Deben llevar a sus alumnos y alumnas a experimentar conscientemente la entropía psicológica en que se encuentra el asesino. 

Si las gentes tuvieran plena conciencia de lo que es esta tremenda verdad de asesinar, si los Maestros y Maestras supieran educar sabiamente a sus discípulos y discípulas, ningún ciudadano se dejaría llevar por los pensamientos espurios y las emociones negativas, que los encaminan hacia el asesinato.

Un nuevo tipo de educación hay que impartir en estos instantes de decadencia social y política, donde lo más importante ha de ser el desarrollo de la ética y la mora más que aprender a leer o escribir, o repetir como grabadora las materias del plan escolar, porque ¿qué hacemos con un médico, un abogado, un ingeniero, un técnico en cualquier tópico, etc., que tenga grandes conocimientos pero es capaz de asesinar? 

Debe impartirse ahora mismo en todas las Escuelas, Colegios y Universidades, una educación que revolucione a la Inteligencia, a la Conciencia que es lo más digno que tiene todo ser humano, porque es precisamente desde los bancos de la Escuela, donde se debe trabajar para la Paz. Es urgente que las nuevas generaciones se hagan plenamente conscientes de lo que es la barbarie de matar, de despedazar un cuerpo humano…

En las Escuelas, Colegios, Universidades, debe ser analizado y comprendido a fondo lo que es la enemistad y el asesinato en todos sus aspectos. 

Los jóvenes no deben dejarse convencer por la propaganda belicista, ni por las razones de los “viejos”, porque a una razón se le opone otra razón y a una opinión se le opone otra, pero ni los razonamientos ni las opiniones son la verdad sobre la guerra, sobre el asesinato, sobre las matanzas. 

Lo importante no son los razonamientos sobre la guerra, sobre la violencia, sobre las masacres y cosas parecidas, sino experimentar la verdad de lo que son estos antivalores humanos, esta decadencia… 

“Es imposible experimentar la verdad del no matar –dice S.S. Dalai Lama-, si excluimos la meditación íntima profunda. Sólo la meditación muy profunda puede llevamos a experimentar la verdad sobre el impulso asesino”.

Los Maestros y Maestras no sólo deben darles información intelectual a sus alumnos y alumnas. Los maestros deben enseñar a sus estudiantes a manejar la mente, a experimentar la verdad….

No hay comentarios:

Publicar un comentario