miércoles, 26 de septiembre de 2012

“Política de desarrollo agrario”


Aquí, en Colombia, hablar de tierra para los campesinos, es un terrible mito. Así tenemos que, cuando una persona, un partido político o algún líder social, pide al gobierno de turno de este país, “tierra para trabajar”, inmediatamente se le mira como un “dinosaurio comunista”, pro-terrorista y cosas así por el estilo. Esto se lo debemos a que los Estados Unidos impusieron esta tenebrosa idea, en reacción contra las políticas de tierra que tanto preconizó el gobierno comunista ruso en su época. 

Por estos días cuando se habla de un acuerdo de paz entre el gobierno y la FARC, el primer punto al respecto se trata de una “Política de desarrollo agrario integral”; ésto nos hace ver que la parcelación de las tierras es una necesidad urgente. 

Los estudiosos de la parcelación de las tierras, han manifestado que esta cuestión debe realizarse urgentemente debido a dos factores definidos: Primero, el aumento de la población humana en el país; y segundo, por los efectos que origina el egoísmo humano, que es realmente espantoso. 

Por estas dos situaciones muy ostensibles, la parcelación de las tierras es una necesidad prioritaria, vital. Por ejemplo, en el país existen sujetos que tienen 2000 y hasta 3000 hectáreas de terreno que, obviamente, no pueden cultivar; pero lo mentalmente anormal de estas personas, es que no dejan tampoco cultivarlas, gozan pensando que toda esa tierra es de su propiedad y hasta sienten satisfacción en quitárselas a otros, como lo conocimos en la inhumana situación -debido a esa distorsión psicológica- ejecutada por grupos terroristas de derecha, donde miles de hectáreas de tierras trabajables que ellos no habían cultivado, fueron hurtadas.

Tomemos como ejemplo a México: La revolución mexicana con su lema "Tierra y libertad", tuvo como fin la parcelación de las tierras; ya Emiliano Zapata lo había dicho con gran sentido común: “Las tierras son de quienes las trabajan". Sin más ni más, como suele decirse: los campesinos trabajan las tierras, las tierras son de los campesinos. El sistema ejidal mexicano es un buen ejemplo de lo que es la justicia agraria.

Así, pues, aquellos burgueses, politicastros y plutócratas que suponen que la parcelación de tierras es comunismo, están perfectamente equivocados, porque México logró en su momento la parcelación de todas sus tierras. Y México jamás ha sido comunista.

Sin duda alguna, el sistema ejidal de México es un vivo modelo de reforma agraria para toda la América. La parcelación de tierras soluciona el problema agrario colombiano en forma total. Y al gobierno y al pueblo le es magnamente conveniente parcelar las tierras para bien de la paz. Además, la parcelación de las tierras aumenta la producción agrícola nacional, debido a que las tierras parceladas cuando son debidamente trabajadas, se convierten en fuentes vivas de inagotable riqueza nacional.

Hoy, que tantos politicastros “vivos” hablan de democracia y se autodenominan demócratas, deben hablar entonces también de “la democratización de las tierras”; con esta situación en marcha, el pueblo campesino tendrá el sagrado derecho a la democratización del crédito agrario, a la parcelación de las tierras, y a la abolición de los injustos impuestos. Esto sería un paso firme para extirpar la violencia en este país; porque el problema se inició cuando los campesinos quedaron sin tierras y un desarrollo agrario pondrá fin al conflicto belicoso entre todos los colombianos…

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