miércoles, 28 de noviembre de 2012

La propaganda belicista Por: SAMAEL AUN WEOR


“Esta raza caduca y degenerada ya no piensa sino en matar. Esto de matar y matar, sólo es propio de cualquier raza humana degenerada. A través de la televisión y del cine, los agentes del delito propagan sus ideas criminosas”.

“Los niños y niñas de la nueva generación reciben diariamente a través de la pantalla de la televisión y de los cuentecitos infantiles y del cine, revista etc., una buena dosis venenosa de asesinatos, balaceras, crímenes espantosos, etc. Ya no se puede poner a funcionar la televisión sin encontrarse uno con las palabras llenas de odio, los balazos, la perversidad”.

“Nada están haciendo los gobiernos de la tierra contra la propagación del delito. Las mentes de los niños y de los jóvenes están siendo conducidas por los agentes del delito, por el camino del crimen. Ya está tan propagada la idea de matar, ya está tan difundida por medio de las películas, cuentos, etc., que se ha vuelto totalmente familiar para todo el mundo. Los rebeldes de la nueva ola han sido educados para el crimen y matan por el gusto de matar, gozan viendo morir a otros. Así lo aprendieron en la televisión de la casa, en el cine, en los cuentos, en las revistas”. 

“Por doquiera reina el delito y nada hacen los gobiernos para corregir el instinto de matar desde sus mismas raíces. Toca a los Maestros y Maestras de Escuelas, Colegios y Universidades, poner el grito en el cielo y revolver el cielo y tierra para corregir esta epidemia mental. Es urgente que los Maestros y Maestras de Escuelas, Colegios y Universidades, den el grito de alarma y pidan a todos los gobiernos de la tierra la censura para el cine, la televisión, etc. El crimen se está multiplicando terriblemente debido a todos esos espectáculos de sangre y al paso que vamos llegará el día en que ya nadie podrá circular por las calles libremente sin el temor de ser asesinado”.

“La Radio, el Cine, la Televisión, las Revistas de sangre, le han dado tal propagación al delito de matar, lo han hecho tan agradable a las mentes débiles y degeneradas, que ya nadie se tienta el corazón para meterle un balazo o una puñalada a otra persona. A fuerza de tanta propagación del delito de matar, las mentes débiles se han familiarizado demasiado con el crimen y ahora hasta se dan el lujo de matar por imitar lo que vieron en el cine o en la televisión”.

“Los Maestros y Maestras que son los educadores del pueblo están obligados en cumplimiento de su deber a luchar por las nuevas generaciones pidiendo a los Gobiernos de la tierra la prohibición de los espectáculos de sangre, en fin, la cancelación de toda clase de películas sobre asesinatos, ladrones, etc. La lucha de los Maestros y Maestras debe extenderse también hasta el toreo y el boxeo”.
“El tipo del torero es el tipo más cobarde y criminoso. El torero quiere todas las ventajas para él y mata para divertir al público. El tipo del boxeador es el del monstruo del asesinato, en su forma sádica que hiere y mata para divertir al público. Esta clase de espectáculos de sangre son bárbaros en un ciento por ciento y estimulan a las mentes encaminándolas por el camino del crimen”. 

“Si queremos de verdad luchar por la Paz del Mundo, debemos iniciar una campaña de fondo contra los espectáculos de sangre. Mientras dentro de la mente humana existan los factores destructivos habrá guerras inevitablemente”.

“Dentro de la mente humana existen los factores que producen guerra, esos factores son el odio, la violencia en todos sus aspectos, el egoísmo, la ira, el miedo, los instintos criminales, las ideas belicistas propagadas por la televisión, la radio, el cine, etc.”

“La propaganda por la PAZ, los premios NÓBEL DE PAZ, resultan absurdos mientras existan dentro del hombre los factores Psicológicos que producen guerra. Actualmente muchos asesinos tienen el premio NÓBEL DE PAZ”.

El inevitable tema recurrente de todos los años: el salario


Vuelve la “mula al trigo”, como suelen decir los mexicanos; desde años el proletariado y los amos del capital para estos días suelen enfrentarse con la finalidad de “acordar” la situación salarial, pero jamás se han puesto de acuerdo… 

Así como el buey o el caballo de labranza después del duro trabajo recibe cierta cantidad de alimentos para reparar sus fuerzas, así también y en forma semejante, el pobre trabajador recibe su salario… 

La bestia de labranza goza con el pasto, la caña, la avena y demás alimentos y el pobre trabajador goza con su salario. Hombres y bestias deben trabajar y reparar sus fuerzas por medio de los alimentos con el único propósito triste y desgraciado de enriquecer a los capitalistas. ¡Cómo negar esta cruda realidad!

A veces suben los salarios pero también suben en forma simultánea los artículos alimenticios, entonces de nada sirve que suban los salarios. A veces bajan los salarios y suben los precios de los artículos alimenticios, entonces hay más hambre y miseria. La Ley del valor no ha podido resolver en forma justa la cuestión complicada y difícil del salario.

En una de las asambleas de la Organización Mundial del Trabajo, uno de sus miembros planteó: “Toda mercancía tiene un doble valor: Primero: valor de cambio. Segundo: valor de uso. Hablando en lenguaje totalmente económico, no es absurdo considerar la "fuerza de trabajo" como un tipo especial de mercadería que claramente se distingue de todas las demás mercaderías. El valor de uso de la "fuerza de trabajo" es diferente al valor de uso de cualquier otra mercadería”.

Esto quiere decir que los valores de cambio producidos por la "fuerza de trabajo" resultan superiores a esta mercancía llamada fuerza de trabajo. El valor de uso de la “fuerza de trabajo” es diferente al valor de uso de cualquier otra mercancía. 

“Ostensiblemente –considera una de las encíclicas papales- con unas tres o cuatro horas de trabajo el trabajador gana su salario, pero el capitalista no se contenta con tres o cuatro horas de trabajo, el capitalista quiere dinero y más dinero y por ello exige jornadas de ocho, diez, doce y aún más horas de trabajo, con el inconfesable propósito de producir más y más valores de cambio, es decir, más y más mercancías, más y más ganancias para enriquecer sus caudales”.

Se debe tener en cuenta que la mercancía llamada "fuerza de trabajo" debería cambiarse por su justo precio, pero desgraciadamente no es así, el capitalista paga solamente el trabajo necesario, pero el trabajo excesivo, el sobre trabajo, no lo paga, se lo roba. 

“Pagar poco y trabajar mucho”, ese es el lema de los capitalistas; el capitalista se roba la mercancía llamada “fuerza de trabajo”, ésto se ve a simple vista y con la complicidad de las autoridades de trabajo.

Si en un platillo de la balanza de la justicia ponemos el salario y en el otro platillo de la balanza ponemos la mercancía llamada “fuerza de trabajo”, es claro que esta última, inclinará totalmente la balanza de la justicia a su favor. 

Según un informe de la OIT, “en muchos países se ha establecido la jornada de trabajo de ocho horas, pero como el salario es bajo el trabajador sale perdiendo. Ningún salario de hambre merece ocho horas de trabajo ni aún siquiera los buenos salarios pueden acreditar jornadas de ocho horas de trabajo porque los valores de cambio son inmensamente más ricos que el salario recibido”.

No debemos olvidar que los valores de cambio son las mercancías producidas por la “fuerza de trabajo” de los trabajadores. Al capitalista no le importa un comino la balanza de la justicia. El capitalista no tiene más ley que la de las bestias feroces, tragar... 

En muchos países la jornada de trabajo es de ocho horas pero los capitalistas se ríen de esta ley cuando pueden. En muchos países y al margen de la ley, los capitalistas establecen por su propia cuenta y riesgo, jornadas de diez y doce horas de trabajo; se convierten en Legisladores a su modo y para su propia conveniencia. Dice el dicho vulgar: "El hambre tiene cara de hereje", los trabajadores con hambre tienen que aceptar las exigencias injustas del capitalismo y sin derecho a quejarse porque de lo contrario pierden el trabajo…

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Matar es el acto de mayor corrupción humano




La masacre cometida en zona rural al norte del departamento de Antioquia en días pasados, nos deja cavilando muy seriamente en nuestro país. Al consultar las estadísticas de criminalidad de los países latinoamericanos nos sorprende sobremanera de ser éste uno de los más violentos y destructivos de vida humana, y lo que es peor, parece que vamos alcanz ando un nivel aberrante en esta materia dantesca.

Matar jamás ha resuelto ningún problema. Con matar a una persona no se resuelve nada; pero sí cae sobre el asesino el oprobio de ser un sujeto corrupto, un degenerado en franco estado involutivo; ciertamente es un enemigo de la sociedad, de la civilización y de la cultura. 

Matar a un ser humano es algo demasiado rudo, tosco, monstruoso, abominable. El asesino es una máquina inconsciente, estúpida, que despedaza a sus semejantes con la finalidad execrable de satisfacer sus pasiones bestiales, como el odio, la venganza, la ira, el rencor, el amor propio herido, los celos, el robo, etc., etc.

Ninguna forma de asesinato puede tener justificación alguna. Con matar a otro no se resuelve ningún problema en la vida. Matar huele a canibalismo, a vida de cavernas, a bestialidad del peor tipo, a arco, a flecha, a lanza, a orgía de sangre, es a todas luces incompatible con la civilización. Todos los asesinos son cobardes, medroso. 

En estos momentos de crisis mundial y de bancarrota de los todos los valores éticos y morales, toca a los maestros y maestras de Escuelas, Colegios, Universidades, enseñar a sus alumnos y alumnas la verdad sobre el asesinato. Deben llevar a sus alumnos y alumnas a experimentar conscientemente la entropía psicológica en que se encuentra el asesino. 

Si las gentes tuvieran plena conciencia de lo que es esta tremenda verdad de asesinar, si los Maestros y Maestras supieran educar sabiamente a sus discípulos y discípulas, ningún ciudadano se dejaría llevar por los pensamientos espurios y las emociones negativas, que los encaminan hacia el asesinato.

Un nuevo tipo de educación hay que impartir en estos instantes de decadencia social y política, donde lo más importante ha de ser el desarrollo de la ética y la mora más que aprender a leer o escribir, o repetir como grabadora las materias del plan escolar, porque ¿qué hacemos con un médico, un abogado, un ingeniero, un técnico en cualquier tópico, etc., que tenga grandes conocimientos pero es capaz de asesinar? 

Debe impartirse ahora mismo en todas las Escuelas, Colegios y Universidades, una educación que revolucione a la Inteligencia, a la Conciencia que es lo más digno que tiene todo ser humano, porque es precisamente desde los bancos de la Escuela, donde se debe trabajar para la Paz. Es urgente que las nuevas generaciones se hagan plenamente conscientes de lo que es la barbarie de matar, de despedazar un cuerpo humano…

En las Escuelas, Colegios, Universidades, debe ser analizado y comprendido a fondo lo que es la enemistad y el asesinato en todos sus aspectos. 

Los jóvenes no deben dejarse convencer por la propaganda belicista, ni por las razones de los “viejos”, porque a una razón se le opone otra razón y a una opinión se le opone otra, pero ni los razonamientos ni las opiniones son la verdad sobre la guerra, sobre el asesinato, sobre las matanzas. 

Lo importante no son los razonamientos sobre la guerra, sobre la violencia, sobre las masacres y cosas parecidas, sino experimentar la verdad de lo que son estos antivalores humanos, esta decadencia… 

“Es imposible experimentar la verdad del no matar –dice S.S. Dalai Lama-, si excluimos la meditación íntima profunda. Sólo la meditación muy profunda puede llevamos a experimentar la verdad sobre el impulso asesino”.

Los Maestros y Maestras no sólo deben darles información intelectual a sus alumnos y alumnas. Los maestros deben enseñar a sus estudiantes a manejar la mente, a experimentar la verdad….

miércoles, 26 de septiembre de 2012

“Política de desarrollo agrario”


Aquí, en Colombia, hablar de tierra para los campesinos, es un terrible mito. Así tenemos que, cuando una persona, un partido político o algún líder social, pide al gobierno de turno de este país, “tierra para trabajar”, inmediatamente se le mira como un “dinosaurio comunista”, pro-terrorista y cosas así por el estilo. Esto se lo debemos a que los Estados Unidos impusieron esta tenebrosa idea, en reacción contra las políticas de tierra que tanto preconizó el gobierno comunista ruso en su época. 

Por estos días cuando se habla de un acuerdo de paz entre el gobierno y la FARC, el primer punto al respecto se trata de una “Política de desarrollo agrario integral”; ésto nos hace ver que la parcelación de las tierras es una necesidad urgente. 

Los estudiosos de la parcelación de las tierras, han manifestado que esta cuestión debe realizarse urgentemente debido a dos factores definidos: Primero, el aumento de la población humana en el país; y segundo, por los efectos que origina el egoísmo humano, que es realmente espantoso. 

Por estas dos situaciones muy ostensibles, la parcelación de las tierras es una necesidad prioritaria, vital. Por ejemplo, en el país existen sujetos que tienen 2000 y hasta 3000 hectáreas de terreno que, obviamente, no pueden cultivar; pero lo mentalmente anormal de estas personas, es que no dejan tampoco cultivarlas, gozan pensando que toda esa tierra es de su propiedad y hasta sienten satisfacción en quitárselas a otros, como lo conocimos en la inhumana situación -debido a esa distorsión psicológica- ejecutada por grupos terroristas de derecha, donde miles de hectáreas de tierras trabajables que ellos no habían cultivado, fueron hurtadas.

Tomemos como ejemplo a México: La revolución mexicana con su lema "Tierra y libertad", tuvo como fin la parcelación de las tierras; ya Emiliano Zapata lo había dicho con gran sentido común: “Las tierras son de quienes las trabajan". Sin más ni más, como suele decirse: los campesinos trabajan las tierras, las tierras son de los campesinos. El sistema ejidal mexicano es un buen ejemplo de lo que es la justicia agraria.

Así, pues, aquellos burgueses, politicastros y plutócratas que suponen que la parcelación de tierras es comunismo, están perfectamente equivocados, porque México logró en su momento la parcelación de todas sus tierras. Y México jamás ha sido comunista.

Sin duda alguna, el sistema ejidal de México es un vivo modelo de reforma agraria para toda la América. La parcelación de tierras soluciona el problema agrario colombiano en forma total. Y al gobierno y al pueblo le es magnamente conveniente parcelar las tierras para bien de la paz. Además, la parcelación de las tierras aumenta la producción agrícola nacional, debido a que las tierras parceladas cuando son debidamente trabajadas, se convierten en fuentes vivas de inagotable riqueza nacional.

Hoy, que tantos politicastros “vivos” hablan de democracia y se autodenominan demócratas, deben hablar entonces también de “la democratización de las tierras”; con esta situación en marcha, el pueblo campesino tendrá el sagrado derecho a la democratización del crédito agrario, a la parcelación de las tierras, y a la abolición de los injustos impuestos. Esto sería un paso firme para extirpar la violencia en este país; porque el problema se inició cuando los campesinos quedaron sin tierras y un desarrollo agrario pondrá fin al conflicto belicoso entre todos los colombianos…

miércoles, 12 de septiembre de 2012

La paz tiene más poder que la guerra



Ha llegado la hora de reflexionar sobre el destino de nuestro país. Cincuenta años de violencia no han resuelto nada. La violencia en estas cinco décadas ha conducido al fracaso a cada uno de los gobernantes que han pasado por la primera magistratura. Necesitamos serenidad, reflexión, comprensión en estos momentos cruciales en que el Presidente de la República ha colocado sobre el tapete de la mesa el tema de la paz.

Un estudio serio sobre Ética y Sociología de nuestro entorno nos lleva a comprender que hay dolor, hay hambre, hay confusión entre los colombianos; pero nada de esto se puede eliminar mediante los procedimientos absurdos de la violencia; quienes quieren la paz de esta nación a base de violencia, de sangre, de masacres, etc., etc., están totalmente equivocados, porque la violencia, sólo engendra más violencia, y el odio más odio. Necesitamos paz, si es que queremos resolver nuestros problemas sociales, económicos… 

“No se deshace la violencia de los “terroristas” a manotazos”: así lo expresó un político estadounidense. Y en verdad, las Fuerzas Armadas colombianas pueden mancharse las manos de sangre aniquilando los ocho, los quince, los veinte mil o más de seres humanos pertenecientes a las guerrillas, más los miles que ellos ocasionarán a la población civil, combatiendo cuerpo a cuerpo por medio de la violencia; pero si no difundimos la verdad sobre la paz, tales aniquilamientos jamás podrán traernos la tranquilidad interna, sino más dolor, más resentimiento, más ganas de “sacarnos el clavo”. Todo cuanto la paz avance, todo eso la violencia habrá de retroceder.

Incuestionablemente, es indispensable poner más atención a la paz porque rechazándola con millones de argumentos razonativos que elaboran sus contradictores, que son pocos, pero como tienen medios que les facilitan lanzar sus ideas medievales, parecen muchos, eso va creando más conflictos y amarguras que se reflejan en nuestra sociedad día a día con violencia, delincuencia, crímenes, prostitución y abuso a menores, drogas y una interminable lista de flagelos.

En realidad de verdad, si hace treinta o cuarenta años hubiésemos creado la paz, ¿existiría acaso la delincuencia en las corporaciones públicas o privadas, existirían las bandas criminales, el paramilitarismo y sus cientos de agregados? Claro que no.

Por eso es imperativo que cada colombiano no se resista más a la paz; sino que la miremos como un el fundamento para lograr un bienestar en lo económico, en lo social, en lo político, en lo religioso, en lo familiar, en lo personal, etc., etc. Practicando la guerra tal como lo hemos hecho durante estos cincuenta últimos años, lo que hemos alcanzado es provocar más odio, más rencor y la situación social del país se ha tornado cada vez peor. Lo que necesitamos en estos instantes es difundir la paz para disipar los odios.

Es doloroso que muchos de los llamados “políticos” tengan tantos intereses mezquinos que no saben comprender realmente lo que es la Paz; no poseen en su interior psicológico la “Cultura de la Paz”; y sólo quieren que nadie se les atraviese en su camino para disfrutar a sus anchas sus satisfacciones beligerantes. Esas gentes estólidas jamás han experimentado la Paz y sólo tienen sobre ésta, opiniones absurdas, ideales medrosos, conceptos equivocados…

martes, 11 de septiembre de 2012

¡Qué oprobio el del capitalismo: Negar trabajo a la gente de edad madura!



Como bien es conocido, el capital es cruel y despiadado, al capital lo único que le interesa es acumular, explotar, sacarle el jugo a la gente joven etc. En muchos países los hombres mayores de cuarenta años ya no tienen derecho a ocupar puestos públicos, auncuando estén llenos de vitalidad y gocen de magnificas capacidades intelectuales. 
         
A los capitalistas no les importa un comino que un hombre sea casado, que tenga varios hijos, que está necesitando el trabajo para sostener a su familia, etc., si el hombre tiene más de cuarenta años, es caso perdido, no tiene derecho a trabajar en puestos públicos. Las grandes empresas dan puestos a la gente joven con el propósito de sacarles todo el jugo de la juventud, y luego, a la calle, lo viejo no sirve, así piensan los poderosos. 
         
Todos esos malvados capitalistas son los que dicen: “primero yo”, “segundo yo”, “tercero yo”. El tipo de acción de esos poderosos es egoísta ciento por ciento, horrible ciento por ciento, no sienten  piedad absolutamente por nadie. 
         
El PARTIDO SOCIALISTA CRISTIANO LATINO AMERICANO debe luchar contra todas estas injusticias, reunir a todos estos hombres de  edad madura que se encuentran en la miseria y organizarlos para que tengan sus oficios que les dé el sagrado sustento vital. Es injusto a todas luces que se les niegue el trabajo a los hombres de edad madura. 
         
Cualquier hombre normal está lleno de energía en la edad madura, y suficientemente capacitado para trabajar en su especialidad. Los puestos públicos de la colmena burocrática deben dárseles a los más eficientes auncuando estos tengan más de cuarenta años de edad. No es justo que se les niegue el trabajo a los hombres de más de cuarenta años.
         
Por lo común todo hombre de edad madura tiene hogar, mujer, hijos para sostener, y por ello es precisamente en esa edad cuando menos se les debe negar el derecho a trabajar. El hombre maduro no está anciano ni decrépito. El hombre maduro está lleno de energía y fortaleza. 
         
Actualmente existen muchísimos hogares que encuentran en la miseria debido a que no se les da empleo ni en las grandes empresas particulares, ni en la colmena burocrática. Multitud de niños, mujeres, ancianos, etc. sufren de hambre y miseria debido a que los hombres maduros, los jefes de hogar, no son aceptados en los empleos públicos por "el delito" de tener más de cuarenta años de edad. 
Multitud de madres preparadas para trabajar, casi siempre viudas, o abandonadas por sus maridos, y llenas de hijos, sufren horriblemente hambre y desolación, por tener más de cuarenta años. Los gobiernos les niegan el derecho a trabajar en empleos públicos y puestos burocráticos. 
         
Hoy en día los mejores empleos son para los astutos politicastros auncuando ya hayan pasado de la edad reglamentaria, para ellos no existe esa ley, a los gobernantes les conviene dar trabajo a todos esos señores.  
         
No es justo que a muchos trabajadores los pongan de patitas en la calle por "el delito" de haber llegado a la edad madura. No es justo que a un padre de familia se le niegue el derecho a trabajar en los puestos de gobierno, precisamente cuando más necesita de trabajo para sostener su mujer y sus hijos. 
         
ley que prohíbe a los hombres de edad madura trabajar en puestos burocráticos, es injusta ciento por ciento. Los gobiernos de muchos países están preparando el terreno para que en él germine la flor venenosa y abominable del socialismo ateo; pues éste se aprovecha de estas disyuntivas para inocular el veneno de la violencia... Muchos hombres maduros llenos de obligaciones, al no ser aceptados para los puestos públicos, y no teniendo  apoyo de ninguna especie, empiezan por ser renegados, y terminan por ser fanáticos comunistas.
         
Necesitamos justicia social de hecho y no demagogia, queremos justicia social para transformar la sociedad humana y detener la marcha avasalladora del socialismo ateo. Es urgente marcarle un alto al avance brutalizante y arrollador del socialismo ateo.

El pueblo latinoamericano es un bocado muy codiciado por dos monstruos: el capitalismo y el socialismo ateo.


EDITORIAL

En estos tiempos de decadencia de esta civilización que agoniza por carencia de valores éticos y morales, el pueblo latinoamericano, el explotado y humillado proletariado latinoamericano, se encuentra políticamente desorientado y necesita urgentemente una orientación. 

El pueblo latinoamericano es un bocado muy codiciado por dos monstruos: el capitalismo y el socialismo ateo. Estas dos corrientes esclavizantes, como dos bestias apocalípticas, quieren tragárselo; y el pueblo no debe permitir ser devorado; pero necesita orientación para no sucumbir.

Se necesita la fundación del PARTIDO SOCIALISTA CRISTIANO LATINOAMERICANO para que lleguen sus ideas salvadoras a todos los rincones inhóspitos de América Latina, para que oriente a la opinión pública. 

Desde cierto tiempo hacia acá, el capitalismo y el socialismo ateo se disputan el dominio de la América Latina y ambos recurren a la intensa propaganda, al falseamiento de los hechos a través de sus medios, a las amenazas, a las dudas, al escepticismo, a la diplomacia, al engaño, a la astucia, a la aparente y desinteresada ayuda económica, social y política, con fines inconfesables.

Existen momentos estelares de la humanidad y éste es uno de esos, estamos ante el dilema del Ser o no Ser de la filosofía, estamos ante la disyuntiva de seguir la corrupción de los valores inhumanos de la politiquería o plantar sobre nuestro sagrado territorio latinoamericano los auténticos valores del Ser; un solo paso atrás y el pueblo estará perdido.

Mas, para plantar la bandera de la libertad real del Ser con todos su valores trascendentes y trascendentales, necesitamos cada uno de nosotros una verdadera transformación íntima en nuestra manera de pensar, sentir y actuar, si es que realmente queremos cumplir con la sagrada misión que se nos ha encomendado, cual es la de iniciar una Nueva Era de belleza y esplendor de la inteligencia humana...

Si los señores del capital están creyendo que el porvenir del mundo es el capitalismo sin Dios y sin LEY, están totalmente equivocados. Si los tiranos del socialismo ateo suponen que el porvenir del mundo será el abominable ateísmo que explota y engaña al pueblo haciéndoles creer que él es quien va a dirigir las dictaduras proletarias latinoamericanas, pero que niega en la práctica esta posibilidad, están de hecho totalmente equivocados.

El SOCIALISMO CRISTIANO LATINOAMERICANO es de tipo completamente nuevo, no acepta la violencia, está contra la guerra, rechaza las revoluciones de sangre y aguardiente. Nuestra posición es absolutamente independiente. El PARTIDO SOCIALISTA CRISTIANO no tiene más armas que la inteligencia, y más sistemas que el de la sabiduría. NUESTRO MOVIMIENTO ES ESENCIALMENTE CRISTIANO, Y ESTÁ FORMADO POR HOMBRES Y MUJERES DE BUENA VOLUNTAD.

miércoles, 22 de agosto de 2012

El restablecimiento de los valores éticos cambiará el mundo


La humanidad se encuentra metida en una crisis de valores éticos: por doquiera drogadicción, alcoholismo, prostitución, gobernantes cuestionados por peculado, asesinatos, concierto para delinquir, y si “tuviéramos mil lenguas para hablar y paladar de acero” no alcanzaríamos a enumerar cabalmente los anti-valores inhumanos que están llevando a cabo en estos instantes la humanidad actual. 

Indubitablemente, la salida a esta crisis perversa es una revolución espiritual que nos inunde de valores éticos, o sea, el pleno desarrollo de los valores humanos primordiales para el bienestar integral del género humano. 

Se necesita con máxima urgencia que todas las religiones y los gobiernos del mundo promuevan los valores humanos y las cualidades del corazón, que son los elementos claves para una vida humana bondadosa desde la perspectiva del individuo, de la familia y de la comunidad. 

Es lamentable que las religiones y sus miles de sectas que son las llamadas a cultivar estas cualidades interiores, no hagan lo suficiente para enmendar esta situación, razón por la cual desarrollarlas es una trascendental prioridad. 

Los problemas humanos a los que nos vemos confrontados en la actualidad han sido creados por seres humanos carentes de ética, ya sean estos conflictos violentos, pobreza, hambre, destrucción de los sistemas ecológicos, etc., etc. Un súper-esfuerzo puede resolver estos problemas, pero para realizarlos es indispensable elevarnos a un estado más humano con el fin de comprender que todos, blancos, amarillos, negros y rojos, somos una gran familia; la familia humana; todos somos hermanos y hermanas que entre todos debemos desarrollar el sentido de esta fraternidad. 

Lamentablemente, la mente y el corazón de la humanidad está llena de “vanas teorías” y “supuestos mentales “, que a nada bueno puede conducir. Los intelectuales modernos quieren hacer un mundo nuevo según el fantástico modelo que ellos han elaborado en su mente desorientada y desequilibrada. Y es absurdo suponer que con esta clase de gente podamos salir de este caos social con todas sus luchas y egoísmos. 

Los estudios científicos sociales han demostrado que los golpes de Estado, las sangrientas dictaduras, las revoluciones de sangre y aguardiente, las invasiones imperialistas, etc., han sido y son inútiles para un cambio real del individuo, de la sociedad, del gobierno, etc. 

Necesitamos que las religiones y sus sectas religiosas, y los diferentes gobiernos, trabajen con permanente intensidad para establecer con firmeza en la mente los valores positivos del espíritu. 

Cuando los valores groseros del mundo ocupan nuestra mente, el resultado son las bandas criminales de derecha y de izquierda. Y estas bandas criminales han traído consigo el hambre, la miseria, los conflictos bélicos, la ignorancia, las enfermedades, etc. Por consiguiente, nos encontramos en unos tiempos en el que debemos actuar con acciones humanas dignas, es decir, a un nivel más profundo, en el que tomemos en cuenta la igualdad de derechos que merecen los demás de manera respetuosa; porque son seres humanos semejantes a nosotros. 

De todas formas todos los seres humanos somos psicológicamente semejantes, todos deseamos la felicidad y tratamos de evitar el sufrimiento…

miércoles, 15 de agosto de 2012

¿Qué hacen los gobiernos del mundo para extirpar las drogas?



La experiencia práctica de la vida nos ha demostrado que el sistema educativo moderno ha sido un verdadero fiasco. La prueba más sencilla que demuestra la realidad de esta afirmación la encontramos en que no ha podido contener los flagelos que en estos instantes azotan al mundo; entre estos tenemos la drogadicción…


Evidentemente no basta con aprender a leer, escribir y cultivar diversas técnicas, si el individuo, si la sociedad agoniza enterrado en el terrible flagelo de la droga, del alcohol y de cientos de aberraciones sexuales. ¿Qué es lo que se considera como el fin de la educación? ¿Acaso no es el de formar un sujeto íntegro?  

En ciertos países del orbe, el vicio de la droga está muy arraigado; y el gobierno en sí no ha llevado a cabo una acción determinante, contundente ni en lo educativo, ni en lo social, ni en lo familiar para detener, minorar y expulsar para siempre este problema letal. Parece que los gobernantes de los últimos tiempos en esos países, no ignoran que es más fácil mandar a un pueblo a invadir a otros pueblos, a destrozarlos y esclavizarlos, bajo el efecto de la droga, cuestión que sería imposible sin que esté bajo el control de ésta.

Como es bien sabido, bajo el poder de las drogas, se puede influenciar a cualquier sujeto o a la masa a realizar actos contra su decoro y sentido moral. Es muy notoria la influencia de la droga sobre los crímenes más atroces contra la población civil. 

El problema de la droga es muy grave y creciente en nuestro país, tanto en el aspecto de salud como el de criminalidad, pues grupos delincuenciales la distribuyen enriqueciéndose bajo la forma del “menudeo”; como también en la siembra y cosecha de la materia prima; así se financian, según las investigaciones de las autoridades competentes los grupos armados ilegales, tanto de extrema derecha como de extrema izquierda. 

Es lamentable que a estas alturas de la existencia no exista aquí, ni allá, ni acullá, un gobierno que realice una gigantesca campaña contra las drogas, que la inicie desde los institutos educativos; pues sólo a base de mucha instrucción y demostraciones sobre los efectos dañosos de las sustancias alucinógenas, puede lograrse que las gentes abandonen este nefasto vicio. 

La adolescencia y la juventud en el mundo marchan por el camino de la degeneración debido al consumo de drogas y alcohol. Los gobiernos lo que solo han hecho es prohibir, penalizar; pero ésto no ha dado ningún resultado positivo, por el contrario, el efecto ha sido peor. Se requiere prevenir.

No hay cosa que más guste a la gente que lo prohibido; si se prohíbe, si se penaliza la droga, aumenta el consumo. El asqueante vicio de la drogadicción sólo puede terminar a base de mucha comprensión. En todos los institutos educativos del mundo se debe explicar lo que es el vicio de la droga. 

Hay que comprender que la droga va deteriorando las funciones psicológicas (intelecto, emoción, acción, instinto y sexo) y esto va desquiciando el control psíquico, y como lo puede entender cualquier persona, ésto causa daño a su progenie, a la sociedad, y lo más grave, es que por lo general, el drogadicto no anhela regresar a su estado normal psicológico…

jueves, 9 de agosto de 2012

El gobierno tiene la misión de proteger la natalidad



Y persisten las noticias por todos los medios sobre el estado delincuencial en aumento de adolescentes y jóvenes. Existe una investigación de una ONG colombiana que lanza luz en las tin ieblas; las indagaciones comienza a analizar cómo la mujer en pretéritas décadas se entregaba valerosamente a su divina misión de madre; lamentablemente por estos presentes días la dicha del hogar ha sido fracturada por un lado, por el duro batallar de la existencia; y por el otro, la madre fue extraída del hogar y llevada a la oficina, a la fábrica, al almacén y hasta el cuartel. 

¿Y qué ha sucedido con los niños? Ellos que pasaban horas completas jugando y gozando sus primeros años de su existencia con su tierna madrecita, ahora son depositados como “perritos” en casas especiales, donde una madre sustituta, “los cuida mientras su madre trabaja”. Esto significa que ya los niños de esta época de súper civilización moderna, no tienen un lugar donde reciban seguridad y calma; o sea, la desgracia llegó a las puertas del hogar y penetró en él. 

Y para rematar el asunto, el señor padre no gana lo suficiente para sostener su familia; esto se lo debemos a los sueldos de hambre; entonces obliga a la madre a salir también a buscar trabajo para ayudar a su marido. Esta es la infelicidad de estos tristes días de la vida actual. Pero los que sufren las consecuencias de este caos social son los niños, que psicológicamente, se llenan de complejos. 

Ahora sigue el problema social en aumento, porque los niños van creciendo y al llegar a la adolescencia han llegado a esta conclusión: “Mi padre y mi madre salen a trabajar para conseguir dinero; luego entonces, lo que vale en este mundo es el dinero”.

Y también escuchan al rico que pregunta: ¿quién eres tú? ¿Acaso no sabes que el dinero habla por ti: tanto tienes tanto vales? Quevedo decía: “Si no tienes dinero consíguelo trabajando, y si no lo consigues trabajando, siempre consíguelo”. 

Es luego cuando aparecen más adolescentes, más jóvenes ladrones, más viciosos, más prostitución. Desafortunadamente, los gobiernos por estar formados por seres inconscientes, no alcanzan a entender que es urgente y primordial proteger la natalidad. 

Un gobierno decente debe crear, para empezar, a “proteger a los niños, a los adolescentes con un subsidio que abarque alimentación, vestido, educación, salud”, etc. El gobierno debe comprender el dolor del prójimo y prevenir la tragedia familiar. Los gobernantes deben entender que todos vivimos de todos; todos necesitamos de todos; todos somos sirvientes de todos. 

Quién puede negar que la desgracia de cualquier familia humana afecta dentro de su radio de acción a muchas familias, a cientos y a miles de familias. Qué inhumano es el gobierno que no responde ante la corrupción de los jóvenes que atracan, que asesinan, que están sumidos en la más absoluta miseria que hace que reaccionen criminalmente; y sobre la muerte de tantas víctimas de estos jóvenes victimarios, es imposible levantar una nueva generación de seres humanos superior. El error más grave que cometen los gobernantes es darle espalda a la familia cargada de tantos problemas y conflictos…


miércoles, 8 de agosto de 2012

La paz que se quiere no está fundamentada en valores éticos


Es bastante curiosa la manera tan irresponsable de cómo los gobernantes y políticos colombianos quieren alcanzar la paz: por compulsión, por leyes, o “marco jurídico”, etc. Se puede, debido al temor, o por razones de interés propio, obedecer regulaciones sobre la paz, pero eso no es paz. Quién anhele la paz, debe estar libre de ideologías, porque la paz no tiene como dueña ninguna ideología. 

La fuerza bruta nunca lo lograría. 

El hombre debe observar por sí mismo la paz, antes de que la paz pueda alcanzarse. Si se pudiera llegar a la paz por la aplicación de una fuerza exterior hace mucho se habría obtenido. Pero la paz es una sustancia íntima que adviene en alguien que ha extirpado por medio de la comprensión creadora los elementos inhumanos que originan la violencia, la guerra, el terrorismo, el odio, la venganza, la explotación del hombre por el hombre, la crueldad, la falta de caridad, el egoísmo, etc., etc. 

Por eso es que no existe fuerza exterior, fuerza beligerante, fuerza expansiva que pueda llevarnos a alcanzar la paz. Todos los auténticos líderes de las verdaderas religiones se refieren a lograr la paz primero que todo en el propio corazón. 

La paz sólo puede alcanzarse cuando se establece en el corazón, tranquilidad; y la tranquilidad se obtiene a través de la encarnación de los valores espirituales como la bondad, la caridad, el altruismo, la generosidad, la veracidad, etc., etc. 

Los jefes de Estado de las últimas décadas y sus fuerzas militares de nuestro país, han pensado que la paz sólo es definitiva con una derrota militar de los grupos armados ilegales. ¿Será ésto una realidad o una mera fantasía de mentes que no tienen claro, qué es la paz? Si se diera una victoria por la fuerza, esto proporcionaría que por un tiempo los propietarios de haciendas y los pequeños y medianos empresarios que han sobrevivido a la ruinosa apertura económica, podrán volver a disfrutar de sus propiedades, y la clase media experimentará la dicha de vivir en Colombia y de viajar por ella, pero habría que ver si la compulsiva acción del gobierno con su aparato armado, permitirían a las comunidades pobres hacer parte de una sociedad solidaria que viva realmente los beneficios de un Estado libre y hacer parte de una verdadera paz; porque si esa sociedad no se fusiona con el todo, tendremos nuevos brotes de insurrección y de violencia mayores que los actuales.

Cuando los ex presidentes y el actual jefe de Estado hablan de paz, podemos notar de manera manifiesta que ellos en sus propósitos, no tiene en cuenta para nada, el sesenta por ciento de la población que está por debajo de la línea de pobreza, ni el noventa por ciento de los procesos judiciales acumulados en los despachos, ni la corrupción de los politicastros, ni el hacinamiento de la población carcelaria, ni el déficit de cupos escolares y la carencia de una educación que dignifique a la comunidad; si estas situaciones no experimentan un cambio, la paz del país en sí misma, no está asegurada, y siempre se tendrá que apelar a la compulsión…

Mientras la clase dirigente política y económica no cambie su mentalidad sobre la realidad de este conflicto que lleva años, y no involucren la situación de los estratos 1 y 2 que no ha mejorado su situación social y económica, la paz que se quiere es una paz fundamentada en valores no éticos ni morales.

sábado, 28 de julio de 2012

EN EL MARCO DE LA DECLINACION


El rechazo unitotal por parte de los colombianos del esperpento y monstruosa reforma a la Justicia” llevada a cabo por el Poder Legislativo, confirma que la clase política de este país es una cloaca inmunda donde se cocinan asquerosidades execrables. La gente se pregunta: ¿cómo será el futuro de este país con esa pobreza ideológica de los llamados “Padres de la Patria”? 

Gracias a la actitud de águila altanera del pueblo, el jefe de Estado no le quedó de otra, que objetar y echar al lastre el nido de “micos” que sus colegas querían poner en marcha. 

Tal acción espuria del senado es el error histórico más prominente que evidencia una auténtica declinación de la clase política colombiana. La justicia se quiso condicionar a la acción de los criminales, y se asoció con ideas delincuenciales, donde se quería beneficiar a narcotraficantes y a los grupos ilegales armados de izquierda y de derecha, que disponen de dineros mal adquiridos, pero la inteligente malicia indígena de los colombianos intuyó y fue la que conjuró la letal Reforma. 

Y no estaba tan despistada la intuición de los colombianos, porque ya ciertas autoridades éticas en el asunto, han manifestado que en honor a la verdad, esta Reforma sólo beneficiaba a esa clase de grupos, para acrecentar “legalmente” sus actos criminales. ¡Qué mal ejemplo a la niñez y juventudes (futuros ciudadanos)! 

Incuestionablemente, la “Reforma a la Justicia” hubiera causado estragos irreparables a nuestra Carta Magna, por lo que ésta se pondría al servicio de la perversidad; es como si un desalmado se hubiera apoderado del timón de una nave aérea para estrellarla contra una escuela de infantes. 

El presidente, con este acto abyecto de sus colegas políticos, debe sentir vergüenza por estos hechos nocivos que demuestran hasta dónde pueden llegar ciertos políticos colombianos para satisfacer sus intereses mezquinos y egoístas.

Analizando desastrosa y deshonrosa acción del legislativo, vemos cómo llena de horror a las gentes decentes y a la nueva generación que clama por la verdadera justica, que es encomiable si los fines, estrictamente nacionalistas, abonan los medios para lograrlo.

La indignación que embarga a los colombianos por este acto nocivo del senado contra el pueblo, lo deja mal parado ante el asombro de los jóvenes que lo perciben como una institución plagada de seres con un pensar y sentir monstruoso, patológico; que actúan sin ética ni moral. 

Y así en eso nos encontramos: ha descendido la ética, la moral, los valores humanos de los senadores y representantes, esto infunde desconfianza al pueblo ¿qué políticos tenemos para dirigir los destinos de este país? No es posible trazar ante un pueblo engañado la figura de la justicia, cuando las manos de los parlamentarios están manchadas, sucias de asquerosidades. 

¿Olvidará el pueblo el atroz crimen que se quiso cometer contra la constitución nacional? No es posible que miles de jóvenes, de campesinos, de obreros en busca de trabajo, de pan, de dinero para que sus familiares sobrevivan encuentren una clase política que labore conforme a unos intereses antinacionalistas y el presidente aparece tomando la situación como un asunto intranscendentemente coloquial… ¿Dónde está la voz del pueblo en el Senado?

Otro flagelo más…


La delincuencia que se está presentando en la segunda niñez y en la adolescencia va incrementándose en este país, de manera escandalosa año tras año. Los especialistas en el tema ven las causas en la educación que reciben de padres y educadores. Dicen los estudiosos que los sistemas educativos actuales adulteran los auténticos valores espirituales. Y cuando los niños y adolescentes no están impregnados de las virtudes de la bondad, de la caridad, del altruismo, de la generosidad, estas criaturas toman el camino de la delincuencia, de la depravación. 

Este fenómeno social de la degeneración de los niños y adolescentes, es el resultado de un sistema escolar altamente competitivo, mezclado con el terrible materialismo que les aniquila toda inquietud y para colmo, influenciados por una sociedad que venera los títulos académicos como pasaporte para obtener “status” social. 

En otros tiempos había por lo menos más ética en esto de la educación, hoy la vida en los institutos educativos es muy vaga, muy incoherente, muy subjetiva, a los educandos se les hace aprender ciertas materias que en la vida práctica no sirven para nada. Las presiones y tensiones de los institutos educativos que encuentran los alumnos y no pueden combatir, son responsables de una de las más graves situaciones que afrontan los educandos, que en última instancia llevan a muchos a la delincuencia, al pillaje, al robo y en el peor de los casos, a entregarse a los grupos armados ilegales, tanto de derecha como de izquierda.

El número de alumnos de ambos sexos que atraviesan por esta situación delincuencial, sienten que los sistemas de tensión son insoportables. De acuerdo con las estadísticas de las autoridades competentes, el aumento de la delincuencia de niños y adolescente se ha duplicado en este primer semestre del presente año en relación al último año. 

Las estadísticas de un grupo de educadores preocupados por esta situación dicen que una alto grado de muchachos menores de 16 años son detenidos por la Policía Nacional infraganti cometiendo asaltos, violaciones sexuales. Lo particular del caso son las estadísticas sobre atracos con armas de todo tipo, especialmente desalentadoras debido a la edad de los victimarios. 

Mientras no se trabaje con una educación basada en los principios sólidos de: libre iniciativa, no imitación, libertad creadora, atención consciente, amor, cómo pensar, saber escuchar, sabiduría, comprensión, integración, sencillez, paz, veneración, inteligencia, vocación, etc., seguirán no sólo los niños y adolescentes, sino los adultos también, aumentando la delincuencia en el país y el aumento monstruoso del índice de violencia sexual. 

Existe gran decadencia mental, moral y social, pero padres y educadores están llenos de ansiedades y preocupaciones personales y dolorosamente sólo tienen tiempo para pensar en cómo hacer para darles una profesión, adquieran el codiciado status, que no se mueran de hambre, y eso es todo. Pero de cómo tienen la mente estos muchachos, nadie se ocupa

Si el estado no defiende la salud…


¿Hasta cuándo el Estado colombiano va a solucionar para siempre el problema de la salud pública? Actualmente muchas personas han muerto por falta de atención médica debido a que las EPS no han querido atenderlas oportunamente. Muchos enfermos sucumben en estos tipos de clínicas porque los “dizque” médicos que allí laboran por tal o cual motivo rechazan a éstos, de esta forma estos galenos en vez de tener corazón humano poseen un corazón cruel, malvado...

¿Hasta cuándo el Estado colombiano va a entender que la enfermedad es un problema social y que por consiguiente la salud debe estar atendida directamente por el mismo Estado? ¿Cuándo va el Estado colombiano a iniciar el proceso de cambio social en relación con la salud pública en general, trabajando para darles a todos los colombianos modernas clínicas, formidables hospitales, y no esas verdaderas pocilgas para cerdos como los actuales?

El Estado colombiano ha cometido la corrupción más terrible de entregarle la salud pública a los desalmados politicastros y a los canallas plutócratas; éstos explotan y roban miserablemente sin piedad alguna, negando el derecho a aquella gente, que cancela sus servicios médicos, para vivir saludablemente; y las EPS cometen el atropello y el abuso de no atender a las personas enfermas; y si el Estado permite semejante situación de barbarie, desacredita al gobierno de este país, lo expone a que se le considere como atrasado, a que se le califique de violador de los derechos humanos. El gobierno debe exigirle a las EPS respeto y dignidad para los enfermos, si éstas no cumplen deben desaparecer por delitos de lesa humanidad.

El problema de la salud pública asume en Colombia la más horripilante situación social. En los países civilizados no se dan estos criminales y complejos problemas, que incuestionablemente, deben ser investigados por las autoridades competentes. 

La gente trabajadora de este país necesita instituciones de salubridad eficaces, honradas, dirigidas por auténticos seres humanos. Y el pueblo debe levantarse para exigir a quien corresponda, pues el pueblo tiene derecho a exigir porque es quien sostiene al gobierno; y el gobierno está obligado a dar al pueblo asistencia completa en este ramo. 

Los políticos mediante el sistema de engañar al pueblo se adueñan del poder, que sólo le pertenece al pueblo; y el pueblo indolente, sufrido y humillado, debe despertar de esa situación de inconsciencia en que ha vivido.

Todos los gremios obreros, todas las empresas, gentes del campo, trabajadores en general, necesitan de médicos que los curen, hospitales, clínicas. Las sangrientas luchas fratricidas que desgraciadamente se han venido sucediendo en las últimas décadas a todo lo largo y ancho de este país, tiene en el fondo una misma raíz de sabor inconfundible, se trata de la abominable injusticia social.

Todas esas convulsiones, todos esos cataclismos sociales y políticos tienen raíces en la injusticia. No se trata de alguna tontería como muchos ingenuos intelectualoides de bar o cafetín lo suponen.

Los gobernantes se creen muy sabios, se burlan de los valores eternos; la fuerza del asalto político crece y se tecnifica y llevan al abismo social al pueblo, a la gente trabajadora. Por estos tiempos de degeneración moral, el virus de la injusticia se ha infiltrado en las EPS; los afiliados a las EPS deben luchar inteligentemente a fondo por la integridad de la salud

La “glotonería” por el poder político


Los gobernantes, esa “clase de animales extraños”, como los llamó un evolucionista en sus teorías, tienen la obsesión de momificarse cual faraones, eternizándose en el poder político. Eso hace parte, según ellos, de la carrera de la civilización contemporánea, que ha suprimido la decencia, la honestidad, imponiendo la cultura de la ambición para adueñarse del poder y así sustraer a través de éste el caudal público.

Para esta clase de gobernantes, el alma, ese raudal de virtudes, dones divinos y facultades extraordinarias de los primitivos cristianos, no es necesaria, pues sienten o creen que el poder “puede inmortalizarlos y llevarlos a la gloria celestial”.

Sin duda alguna, los gobernantes viven en un limbo de fantasías; están tan fascinados con el poder, que no logran ver que éste los hace tan débiles, que ni siquiera se dan cuenta que ellos no son eternos: La tierra desaparecerá y los demás planetas también tienen su ciclo vital; pero los gobernantes entronizados en sus cargos no aceptan la realidad de que “todo pasa”.

Por ahí anda un ex presidente que después de ocho años de estar “tirándole la pita a los colombianos”, se resiste a dejar de gobernar, no acepta que los gobernantes, igual que las estrellas del inalterable firmamento, son fugaces, son transeúntes, perecederos, y sin que nos posea la polilla de la duda, tenemos un tiempo limitado para reír, para llorar, para gobernar, para vivir, etc., así lo dicen los sabios que escribieron las Sagradas Escrituras. Pero, ¿cuál es la causa de las causas para que este señor no quiera soltar el poder político? Pues, continuar acariciando el poder del dinero, el status social, poseer amantes, buena ropa, comidas gourmet, automóviles de lujo, seguridad, esgrimiendo la descomunal falacia de que su aspiración redunda en bien del pueblo, como fríamente lo proclaman los secuaces medio de comunicaciones.

Los politólogos y analistas del poder político que le arrogan a este ex presidente, ser el jinete de la paz, de la seguridad, de la libertad, de la democracia y cincuenta mil cosas por el estilo, dan explicaciones de toda índole; justificaciones cínicas, para que este señor prosiga como gobernante eterno; pero algún día como todos nosotros, morirá, pasará como todas las cosas terrenales, tal vez con la letal ilusión de haber conseguido un lugar a la diestra de Dios Padre.

Lamentablemente, en este país muchos ven normal la avaricia de los políticos y admiran a los que ambicionan perpetuarse en el poder político que nada ni nadie parece detener; sólo resta a millones de personas “orar mucho por la situación del país para que estos pro-dictadores se amansen y declinen sus aspiraciones perversas”, como dijera un sacerdote en la homilía de un rito religioso en un pueblo andino.

lunes, 16 de julio de 2012

Causa de la decadencia de la clase política


Está demostrado que somos lo que pensamos; y si nuestros pensamientos carecen de sentido ético, de independencia intelectual, de bondad, compasión, altruismo, generosidad, sinceridad, caridad, etc., nos fosilizamos, nos estereotipamos, entramos en decadencia.

¿Por qué? Por la simple razón de negar los valores que deben revestir a un auténtico ser humano. Alguien sin esos valores éticos, involuciona y se torna en ladrón, embustero, asesino, estafador, etc.; en un ser tan torpe que creerá ser sólo un montón de huesos, manteca y carne, es decir, un materialista, un existencialista, incapaz de amar, porque el amor es algo que pertenece al reino de lo espiritual.

Desgraciadamente, las ideas existencialistas, después de la segunda conflagración mundial, se han infiltrado por todas partes, en la escuela, en el hogar, en el templo, en la oficina, en el gobierno, etc., etc.

En la política tenemos a los políticos convertidos en verdaderos apologistas de los valores existencialistas. Todo aliento de espiritualidad ha desaparecido en la gran mayoría de los políticos de este país.

De tal forma que los jóvenes de hoy día, las nuevas generaciones, reciben a través de la mal llamada política, datos suficientes como para convertirse en charlatanes, delincuentes, homicidas, malhechores, homosexuales, prostitutas, drogadictos, etc.

Cuando uno ve en escena a los políticos existencialistas, llegamos a la conclusión que son verdaderos perversos; verdugos del sufrido, subordinado y esclavizado proletariado. Cada político existencialista lleva dentro de su psiquis un conjunto de elementos execrables, inmorales, conocidos como el Ego, que lo hacen un politicastro; esos escabrosos politicastros deben ser retirados del ámbito de la politiquería no sólo por los organismos de control de la nación, sino que de manera contundente y definitiva, el mismo pueblo debe derrotarlos, aniquilarlos… ¿Cómo? No apoyándolos nunca más; no eligiéndolos y olvidarlos para siempre.

El pueblo, si de verdad verdad quiere salir de estos habilidosos rufianes, de estos pícaros facinerosos, debe cortar todo nexo con ellos; así, la nueva actitud del pueblo, hará surgir en los hombres de la política la necesidad de establecer en su psiquis verdaderos valores humanos.

El político debe ser un sujeto ético, moralista, conocedor y practicante de una psicología que lo conduzca a una asepsia mental, para que se despoje de esos "apéndices" o "agregados" abyectos, ajenos a nuestra verdadera naturaleza interior.

Los falsos valores, como el orgullo, la ira, la envidia, los temores, los odios, las pasiones, etc., etc., son valores existencialistas, valores siniestros que esclavizan al ser humano, lo limitan, lo tornan en un bribón, en un ser malsano, en una cloaca inmunda; los reales valores que se expresan a través de la conciencia, como un conjunto de "virtudes": amor, justicia, misericordia, magnanimidad, templanza, sabiduría, darían al político un toque humano, un don de gente decente.

La expresión del político, como podemos verificar en la vida práctica, es obstruida por los múltiples valores materialistas que condicionan su acción, y lo vuelven mentiroso, déspota, orgulloso, rencoroso, medroso, temerario; toda su fuerza existencialista sofoca su paz interior; llevándolo a apelar a toda clase de crímenes para obtener el poder.