sábado, 17 de agosto de 2013

Patrones y Obreros Por: SAMAEL AUN WEOR


El conflicto entre patrones y obreros puede resolverse si aprendemos a ver el punto de vista ajeno. Cuando queremos resolver un problema no debemos identificarnos con el problema porque entonces nos convertimos en otro problema. Si queremos resolver el problema que existe entre patrones y obreros, debemos comprender que la solución de todo problema está en el problema mismo, es urgente tener la mente en paz para resolver los problemas. Sucede que cuando los trabajadores quieren resolver el problema de patrones y obreros, se identifican tanto con el problema que se convierten ellos en otro problema que no resuelve nada.


Necesitamos ante todo descubrir cuál es el factor principal que acaba con la PAZ dentro y fuera de nosotros porque la verdad es que en la mayor parte de los casos el error que vemos en otros está dentro de nosotros mismos.

Necesitamos descubrir cuál es la causa del conflicto entre patrones y obreros. Este problema sólo puede hacerse haciendo un enfoque preciso de la situación, esto requiere infinita quietud y suprema paz interior. Conociendo a fondo la causa verdadera del conflicto, este desaparece inevitablemente.

Debemos ser sinceros con nosotros mismos. Muchas veces la causa del conflicto está dentro de nosotros mismos. Realmente nunca sabemos ver el punto de vista ajeno y eso es gravísimo. A veces el patrón es culpable y otras veces el culpable es el trabajador que exige y exige hasta acabar con el patrón del cual vive.

La mayor parte de los problemas de la vida se debe a la falta de paz interior; estamos llenos de infinitas contradicciones y esto engendra discordia y conflictos. Somos pobres y queremos ser ricos, somos obreros y queremos ser gerentes, estamos ganando lo suficiente para vivir humildemente con todo lo necesario y queremos ganar más para sentirnos más poderosos.

Otras veces es el patrón quien crea los problemas, los trabajadores cumplen con su deber y él quiere que trabajen más horas de lo que la ley manda, los trabajadores producen y él quiere que produzcan el doble, los trabajadores exigen lo que es justo y él quiere que no exijan. Todos estos estados de contradicción y de lucha interna engendra problemas terribles, tremendos conflictos entre patrones y obreros, huelgas, paros, etc.

Un análisis de fondo, nos lleva a la conclusión lógica de que todos los problemas existentes entre patrones y obreros están dentro del individuo mismo.

Si realmente patrones y obreros quieren resolver su problema, es urgente que unos y otros se sinceren consigo mismos y resuelvan sus propios conflictos internos. Necesitamos primero estudiarnos a sí mismos para descubrir la causa del conflicto. Todo conflicto externo es tan sólo la proyección de un conflicto interno, los conflictos que vemos fuera están dentro de nosotros mismos.

Es necesario acabar con nuestras propias contradicciones internas si realmente queremos paz. Mucho se ha legislado sobre patrones y obreros, empero sólo por medio de la comprensión profunda se pueden resolver todos los problemas entre patrones y obreros.

El patrón debe enfocar sus problemas, con los trabajadores, honradamente, sinceramente, sin codicia, sin conceptos, sin orgullo, sin ira, etc.

Es urgente que el patrón realice una auto-exploración de sí mismo, de su propio yo, para descubrir el factor que originó el conflicto con sus obreros, es necesario que los obreros hagan lo mismo, que se investiguen a sí mismos sin codicia, sin orgullo, sin vanidad, sin egoísmo, etc., para descubrir dentro de sí mismos la causa que engendró el conflicto. Este estudio sincero de sí mismos es mejor que todos los códigos de trabajo.

La nueva era ha comenzado y si queremos resolver el problema entre patrones y obreros, debemos despertar la llamarada del entendimiento a una nueva actividad creadora. Debemos aprender a ver el punto de vista ajeno. No siempre el patrón tiene la culpa, no siempre el obrero tiene la culpa. Realmente la causa de todo problema está dentro de nosotros mismos.

Antes de protestar contra alguien, antes de hacer un reclamo, debemos examinarnos primero a sí mismos porque puede suceder que el error está únicamente dentro de nosotros y no en el prójimo.

La vida es una sucesión absurda de deseos fugases y vanos. Cuando comprendemos realmente que todos los deseos son vanos y pasajeros, cuando hacemos plena conciencia de que el cuerpo físico fue engendrado en el pecado y que su destino es la podredumbre del sepulcro, entonces desaparecen las vanas ilusiones y las internas contradicciones de la mente. Ciertamente la contradicción surge del deseo, y este de las vanas ilusiones.

La terquedad es un producto de las contradicciones de la mente, la terquedad es un resultado del deseo; muerto el deseo y las ilusiones, se acaba la terquedad y el conflicto.

Patrones y obreros en plena discusión, se aferran a su deseo; unos y otros quieren ver satisfechos sus deseos, unos y otros buscan satisfacción. El resultado de semejante proceder absurdo son los conflictos, el cierre de empresas, los paros indefinidos, etc.

No es justo que los obreros acaben con el patrón porque ellos viven del patrón. No es justo que el patrón acabe con la vida de los obreros porque el patrón vive de los obreros. Se necesita mutua comprensión. Es absurdo que los obreros acaben con el patrón. Es estúpido que el patrón explote a los obreros. El obrero debe aprender a ver el punto de vista del patrón. El patrón debe aprender a ver el punto de vista del obrero.

jueves, 4 de abril de 2013

El Capital: Por Samael Aun Weor.



Carlos Marx dijo: “El capital privado es un robo al pueblo”. 

Nosotros decimos: El capital de Estado es también un robo al pueblo. El sistema marxista-leninista se fundamenta en el capital de Estado. En todo sistema comunista el capital es del Estado.

Emiliano Zapata el gran héroe de la revolución mexicana dijo: “La tierra es de quien la trabaja”. 

El Partido Socialista Cristiano Latino Americano (POSCLA), dice: El capital es de quien lo trabaja. Los obreros trabajan el capital, el capital es de los obreros. La participación de los trabajadores en las utilidades de las empresas no es un favor que se le hace a los gremios obreros. El capital es de los trabajadores y los dueños titulares son tan solo los administradores.

EL CAPITAL ES DE QUIEN LO TRABAJA

Las utilidades de las empresas deben ser repartidas entre los trabajadores mensualmente porque los trabajadores son socios y no esclavos. Es preferible morir siendo libre, que vivir siendo esclavo. En el sistema capitalista el trabajador es esclavo pagado muchas veces con salarios de hambre. En el sistema comunista, el trabajador es esclavo del Estado, burro de carga del Estado. Los capitalistas y los comunistas son los ladrones del pueblo. Los capitalistas y los comunistas se roban el capital del pueblo.

La Ex URSS tenía un capital de Estado. Estados Unidos tiene un capital privado. Ninguno de los dos sistemas capitalistas puede beneficiar a los trabajadores. 

Ha llegado la hora de las grandes reflexiones, los trabajadores siempre han sido esclavos. La bolsa de los trabajadores es algo muy codiciado, y comunistas y capitalistas se la pelean en estos instantes. El capital existe porque los trabajadores lo hacen, lo crean, le dan forma. El capitalista lo único que hace es explotar la fuerza de trabajo del trabajador. En la Ex URSS el capital era del Estado, pero quien hacía el trabajo, quien creaba el capital era como siempre, el trabajador. El trabajador forma el capital, lo acrecienta, lo agiganta, pero los ladrones se lo roban.

Es necesario que los trabajadores defiendan sus derechos. Todo trabajador debe participar del reparto relacionado con las utilidades de las empresas. Es absurdo excluir a los aprendices y trabajadores domésticos. Todo trabajador debe participar de las utilidades de las empresas. Las madres trabajadoras durante los periodos PRE y postnatales, también deben participar de las utilidades de las empresas.

Los trabajadores de la industria de construcción deben todos tener derecho a las utilidades sobre el capital de las empresas. Los directores, gerentes y administradores de las empresas son tan sólo administradores del capital obrero, y se les debe tratar de igual a igual como a cualquier obrero, estos señores también deben tener derecho a las utilidades de las empresas lo mismo que cualquier otro trabajador.

El Partido Socialista Cristiano Latino-americano (POSCLA), considera que la justicia distributiva debe ser igual para todos. Es justo que los trabajadores eventuales tengan derecho a participar en el reparto de utilidades habiendo trabajado por lo menos un mes porque la repartición entendida sabiamente debe ser mensualmente. La utilidad repartible se dividirá en dos partea iguales. La primera se repartirá entre los trabajadores. La segunda se dejará para fondos de la empresa.

Deben tener en cuenta los trabajadores, la necesaria e indispensable reinversión de capitales con el propósito inteligente de no dejar agotar el capital de la empresa. Consideramos que el salario del trabajador nada tiene que ver con el reparto de utilidades. Consideramos que el aguinaldo que en algunos países se le da al trabador, nada tiene que ver con el reparto de utilidades. Consideramos que los trabajadores deben saber defender sus derechos porque los señores capitalistas particulares son muy astutos, recordemos que el capital particular es cruel y despiadado.

Ya en algunos países los capitalistas astutos y perversos hacen repartición de las utilidades muy a su gusto y  maliciosamente, pero a final de año y suprimiendo el aguinaldo. Estos trucos de los capitalistas solo sirven para prepararle el terreno al abominable comunismo marxista-leninista.


Desgraciadamente muchos gobiernos ya han legislado de acuerdo con los intereses egoístas de los capitalistas particulares. Los gobiernos de la América Latina deben definir matemáticamente el porcentaje exacto para el reparto de utilidades. Todo gobierno debe crear una comisión nacional para estudiar este asunto del reparto de utilidades y el porcentaje que se debe dar a cada trabajador.

Conceptuamos que deben quedar exceptuadas de esta ley sobre el reparto de utilidades, las instituciones humanitarias debidamente reconocidas y las instituciones privadas o públicas que trabajan con fines culturales, asistenciales y de beneficencia.

Los trabajadores son socios industriales y no esclavos y por ello tienen pleno derecho a estudiar en asamblea todos los problemas relacionados con la administración de sus empresas. El salario por muy bueno que sea no alcanza jamás a pagar al trabajador toda la cantidad de trabajo que realiza sea que trabaje en empresas particulares o del Estado.

Mientras las empresas para desgracia del trabajador se encuentren en manos de capitalistas particulares, o en las del peor capitalista, es decir el Estado marxista-leninista. Es claro que el trabajador perderá todo su trabajo no pagado que es la rica fuente de ganancias del capitalista. 

Todas las mercancías que produce el trabajador se convierten en dinero que el capitalista se roba. 

El capitalismo estatal y el capitalismo particular son dos espantosos y horribles ladrones que se roban el capital y el trabajo de los trabajadores. Ha llegado la hora de que los trabajadores combatan por sus derechos, es necesario saber que los trabajadores tienen armas maravillosas para luchar contra los tiranos: huelgas, tortugismo, paros totales, etc., lo importante es unirnos para la lucha porque la unión hace la fuerza.

El capital debe ser propiedad de los trabajadores porque ellos lo forman y acrecientan. Mientras exista la diferencia entre poderosos y necesitados, entre ricos y pobres, entre capitalistas y proletariados, es lógico que tendrán que existir conflictos, y revoluciones de sangre y aguardiente, y guerras de toda especie. Si realmente queremos que los pueblos de la tierra vivan en paz, si queremos pueblos verdaderamente democráticos y progresistas, debemos acabar con todas esas diferencias. 

Es necesario que patrones y obreros sean razonables, que sepan manejar el capital colectivo de toda empresa.

Es necesario que dentro de cada individuo exista la paz, porque habiendo paz, se resuelven con facilidad todos los problemas. 

El individuo debe ser sincero consigo mismo y comprender que sus defectos psicológicos dañan al prójimo. Si el individuo quiere tener paz, debe comprender sus propios defectos y acabar con la codicia, el egoísmo y el orgullo. Necesitamos acabar con la crueldad, no debemos explotar a nadie ni tampoco dejarnos explotar, recordemos que el capitalismo es cruel y despiadado. Recordemos también que el marxismo-leninismo es cruel y despiadado. Mientras exista la crueldad en el individuo, no 
puede haber paz. Inútilmente lucharán muchas sociedades por la paz, mientras exista la crueldad, la codicia, el egoísmo, el orgullo, etc., dentro del individuo.

El Estado no trabaja el capital, el capital no puede ser del Estado. El capitalista no trabaja el capital, quien trabaja el capital es el trabajador. El dueño legítimo del capital es el trabajador, o mejor diremos, los trabajadores. Los dos peores enemigos que tienen los trabajadores, son el capital privado, el cual es un robo, al pueblo, y el capital de Estado, el cual es también otro robo al pueblo. Los capitalistas y los comunistas roban al pueblo, el capital es del pueblo y para el pueblo, todo aquél que le robe al pueblo su capital es de hecho ladrón y tirano. Benito Juárez dijo: “El respeto al derecho ajeno es la paz”. Hablando con toda sinceridad, podemos afirmar que ni los capitalistas ni los comunistas han sabido respetar el derecho ajeno.

Los señores socialistas marxistas-leninistas aspirantes a comunistas como ellos mismos lo afirman con ínfulas de sapiencia política, además de robarle al pueblo su capital, además de despojar a los gremios obreros de sus derechos sobre el capital, han acabado también con la libre iniciativa y la libertad política. 

Los hombres verdaderamente amantes de la libertad deben defender los derechos de los trabajadores, necesitamos defender nuestro derecho.

Debemos acabar para siempre con aquello de la explotación del hombre por el hombre y crear una verdadera democracia, sólo la democracia puede salvarnos de la peste nauseabunda del comunismo y de la tiranía estúpida del capitalismo. No debemos explotar, ni dejarnos explotar, el capital es de los trabajadores.

El pasado es pasado y los tiempos cambian, ahora es mejor comprender el punto de vista ajeno y darles a los trabajadores lo que es de ellos. “A Dios lo que es de Dios y al Cesar lo que es del Cesar”.


miércoles, 28 de noviembre de 2012

La propaganda belicista Por: SAMAEL AUN WEOR


“Esta raza caduca y degenerada ya no piensa sino en matar. Esto de matar y matar, sólo es propio de cualquier raza humana degenerada. A través de la televisión y del cine, los agentes del delito propagan sus ideas criminosas”.

“Los niños y niñas de la nueva generación reciben diariamente a través de la pantalla de la televisión y de los cuentecitos infantiles y del cine, revista etc., una buena dosis venenosa de asesinatos, balaceras, crímenes espantosos, etc. Ya no se puede poner a funcionar la televisión sin encontrarse uno con las palabras llenas de odio, los balazos, la perversidad”.

“Nada están haciendo los gobiernos de la tierra contra la propagación del delito. Las mentes de los niños y de los jóvenes están siendo conducidas por los agentes del delito, por el camino del crimen. Ya está tan propagada la idea de matar, ya está tan difundida por medio de las películas, cuentos, etc., que se ha vuelto totalmente familiar para todo el mundo. Los rebeldes de la nueva ola han sido educados para el crimen y matan por el gusto de matar, gozan viendo morir a otros. Así lo aprendieron en la televisión de la casa, en el cine, en los cuentos, en las revistas”. 

“Por doquiera reina el delito y nada hacen los gobiernos para corregir el instinto de matar desde sus mismas raíces. Toca a los Maestros y Maestras de Escuelas, Colegios y Universidades, poner el grito en el cielo y revolver el cielo y tierra para corregir esta epidemia mental. Es urgente que los Maestros y Maestras de Escuelas, Colegios y Universidades, den el grito de alarma y pidan a todos los gobiernos de la tierra la censura para el cine, la televisión, etc. El crimen se está multiplicando terriblemente debido a todos esos espectáculos de sangre y al paso que vamos llegará el día en que ya nadie podrá circular por las calles libremente sin el temor de ser asesinado”.

“La Radio, el Cine, la Televisión, las Revistas de sangre, le han dado tal propagación al delito de matar, lo han hecho tan agradable a las mentes débiles y degeneradas, que ya nadie se tienta el corazón para meterle un balazo o una puñalada a otra persona. A fuerza de tanta propagación del delito de matar, las mentes débiles se han familiarizado demasiado con el crimen y ahora hasta se dan el lujo de matar por imitar lo que vieron en el cine o en la televisión”.

“Los Maestros y Maestras que son los educadores del pueblo están obligados en cumplimiento de su deber a luchar por las nuevas generaciones pidiendo a los Gobiernos de la tierra la prohibición de los espectáculos de sangre, en fin, la cancelación de toda clase de películas sobre asesinatos, ladrones, etc. La lucha de los Maestros y Maestras debe extenderse también hasta el toreo y el boxeo”.
“El tipo del torero es el tipo más cobarde y criminoso. El torero quiere todas las ventajas para él y mata para divertir al público. El tipo del boxeador es el del monstruo del asesinato, en su forma sádica que hiere y mata para divertir al público. Esta clase de espectáculos de sangre son bárbaros en un ciento por ciento y estimulan a las mentes encaminándolas por el camino del crimen”. 

“Si queremos de verdad luchar por la Paz del Mundo, debemos iniciar una campaña de fondo contra los espectáculos de sangre. Mientras dentro de la mente humana existan los factores destructivos habrá guerras inevitablemente”.

“Dentro de la mente humana existen los factores que producen guerra, esos factores son el odio, la violencia en todos sus aspectos, el egoísmo, la ira, el miedo, los instintos criminales, las ideas belicistas propagadas por la televisión, la radio, el cine, etc.”

“La propaganda por la PAZ, los premios NÓBEL DE PAZ, resultan absurdos mientras existan dentro del hombre los factores Psicológicos que producen guerra. Actualmente muchos asesinos tienen el premio NÓBEL DE PAZ”.

El inevitable tema recurrente de todos los años: el salario


Vuelve la “mula al trigo”, como suelen decir los mexicanos; desde años el proletariado y los amos del capital para estos días suelen enfrentarse con la finalidad de “acordar” la situación salarial, pero jamás se han puesto de acuerdo… 

Así como el buey o el caballo de labranza después del duro trabajo recibe cierta cantidad de alimentos para reparar sus fuerzas, así también y en forma semejante, el pobre trabajador recibe su salario… 

La bestia de labranza goza con el pasto, la caña, la avena y demás alimentos y el pobre trabajador goza con su salario. Hombres y bestias deben trabajar y reparar sus fuerzas por medio de los alimentos con el único propósito triste y desgraciado de enriquecer a los capitalistas. ¡Cómo negar esta cruda realidad!

A veces suben los salarios pero también suben en forma simultánea los artículos alimenticios, entonces de nada sirve que suban los salarios. A veces bajan los salarios y suben los precios de los artículos alimenticios, entonces hay más hambre y miseria. La Ley del valor no ha podido resolver en forma justa la cuestión complicada y difícil del salario.

En una de las asambleas de la Organización Mundial del Trabajo, uno de sus miembros planteó: “Toda mercancía tiene un doble valor: Primero: valor de cambio. Segundo: valor de uso. Hablando en lenguaje totalmente económico, no es absurdo considerar la "fuerza de trabajo" como un tipo especial de mercadería que claramente se distingue de todas las demás mercaderías. El valor de uso de la "fuerza de trabajo" es diferente al valor de uso de cualquier otra mercadería”.

Esto quiere decir que los valores de cambio producidos por la "fuerza de trabajo" resultan superiores a esta mercancía llamada fuerza de trabajo. El valor de uso de la “fuerza de trabajo” es diferente al valor de uso de cualquier otra mercancía. 

“Ostensiblemente –considera una de las encíclicas papales- con unas tres o cuatro horas de trabajo el trabajador gana su salario, pero el capitalista no se contenta con tres o cuatro horas de trabajo, el capitalista quiere dinero y más dinero y por ello exige jornadas de ocho, diez, doce y aún más horas de trabajo, con el inconfesable propósito de producir más y más valores de cambio, es decir, más y más mercancías, más y más ganancias para enriquecer sus caudales”.

Se debe tener en cuenta que la mercancía llamada "fuerza de trabajo" debería cambiarse por su justo precio, pero desgraciadamente no es así, el capitalista paga solamente el trabajo necesario, pero el trabajo excesivo, el sobre trabajo, no lo paga, se lo roba. 

“Pagar poco y trabajar mucho”, ese es el lema de los capitalistas; el capitalista se roba la mercancía llamada “fuerza de trabajo”, ésto se ve a simple vista y con la complicidad de las autoridades de trabajo.

Si en un platillo de la balanza de la justicia ponemos el salario y en el otro platillo de la balanza ponemos la mercancía llamada “fuerza de trabajo”, es claro que esta última, inclinará totalmente la balanza de la justicia a su favor. 

Según un informe de la OIT, “en muchos países se ha establecido la jornada de trabajo de ocho horas, pero como el salario es bajo el trabajador sale perdiendo. Ningún salario de hambre merece ocho horas de trabajo ni aún siquiera los buenos salarios pueden acreditar jornadas de ocho horas de trabajo porque los valores de cambio son inmensamente más ricos que el salario recibido”.

No debemos olvidar que los valores de cambio son las mercancías producidas por la “fuerza de trabajo” de los trabajadores. Al capitalista no le importa un comino la balanza de la justicia. El capitalista no tiene más ley que la de las bestias feroces, tragar... 

En muchos países la jornada de trabajo es de ocho horas pero los capitalistas se ríen de esta ley cuando pueden. En muchos países y al margen de la ley, los capitalistas establecen por su propia cuenta y riesgo, jornadas de diez y doce horas de trabajo; se convierten en Legisladores a su modo y para su propia conveniencia. Dice el dicho vulgar: "El hambre tiene cara de hereje", los trabajadores con hambre tienen que aceptar las exigencias injustas del capitalismo y sin derecho a quejarse porque de lo contrario pierden el trabajo…

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Matar es el acto de mayor corrupción humano




La masacre cometida en zona rural al norte del departamento de Antioquia en días pasados, nos deja cavilando muy seriamente en nuestro país. Al consultar las estadísticas de criminalidad de los países latinoamericanos nos sorprende sobremanera de ser éste uno de los más violentos y destructivos de vida humana, y lo que es peor, parece que vamos alcanz ando un nivel aberrante en esta materia dantesca.

Matar jamás ha resuelto ningún problema. Con matar a una persona no se resuelve nada; pero sí cae sobre el asesino el oprobio de ser un sujeto corrupto, un degenerado en franco estado involutivo; ciertamente es un enemigo de la sociedad, de la civilización y de la cultura. 

Matar a un ser humano es algo demasiado rudo, tosco, monstruoso, abominable. El asesino es una máquina inconsciente, estúpida, que despedaza a sus semejantes con la finalidad execrable de satisfacer sus pasiones bestiales, como el odio, la venganza, la ira, el rencor, el amor propio herido, los celos, el robo, etc., etc.

Ninguna forma de asesinato puede tener justificación alguna. Con matar a otro no se resuelve ningún problema en la vida. Matar huele a canibalismo, a vida de cavernas, a bestialidad del peor tipo, a arco, a flecha, a lanza, a orgía de sangre, es a todas luces incompatible con la civilización. Todos los asesinos son cobardes, medroso. 

En estos momentos de crisis mundial y de bancarrota de los todos los valores éticos y morales, toca a los maestros y maestras de Escuelas, Colegios, Universidades, enseñar a sus alumnos y alumnas la verdad sobre el asesinato. Deben llevar a sus alumnos y alumnas a experimentar conscientemente la entropía psicológica en que se encuentra el asesino. 

Si las gentes tuvieran plena conciencia de lo que es esta tremenda verdad de asesinar, si los Maestros y Maestras supieran educar sabiamente a sus discípulos y discípulas, ningún ciudadano se dejaría llevar por los pensamientos espurios y las emociones negativas, que los encaminan hacia el asesinato.

Un nuevo tipo de educación hay que impartir en estos instantes de decadencia social y política, donde lo más importante ha de ser el desarrollo de la ética y la mora más que aprender a leer o escribir, o repetir como grabadora las materias del plan escolar, porque ¿qué hacemos con un médico, un abogado, un ingeniero, un técnico en cualquier tópico, etc., que tenga grandes conocimientos pero es capaz de asesinar? 

Debe impartirse ahora mismo en todas las Escuelas, Colegios y Universidades, una educación que revolucione a la Inteligencia, a la Conciencia que es lo más digno que tiene todo ser humano, porque es precisamente desde los bancos de la Escuela, donde se debe trabajar para la Paz. Es urgente que las nuevas generaciones se hagan plenamente conscientes de lo que es la barbarie de matar, de despedazar un cuerpo humano…

En las Escuelas, Colegios, Universidades, debe ser analizado y comprendido a fondo lo que es la enemistad y el asesinato en todos sus aspectos. 

Los jóvenes no deben dejarse convencer por la propaganda belicista, ni por las razones de los “viejos”, porque a una razón se le opone otra razón y a una opinión se le opone otra, pero ni los razonamientos ni las opiniones son la verdad sobre la guerra, sobre el asesinato, sobre las matanzas. 

Lo importante no son los razonamientos sobre la guerra, sobre la violencia, sobre las masacres y cosas parecidas, sino experimentar la verdad de lo que son estos antivalores humanos, esta decadencia… 

“Es imposible experimentar la verdad del no matar –dice S.S. Dalai Lama-, si excluimos la meditación íntima profunda. Sólo la meditación muy profunda puede llevamos a experimentar la verdad sobre el impulso asesino”.

Los Maestros y Maestras no sólo deben darles información intelectual a sus alumnos y alumnas. Los maestros deben enseñar a sus estudiantes a manejar la mente, a experimentar la verdad….

miércoles, 26 de septiembre de 2012

“Política de desarrollo agrario”


Aquí, en Colombia, hablar de tierra para los campesinos, es un terrible mito. Así tenemos que, cuando una persona, un partido político o algún líder social, pide al gobierno de turno de este país, “tierra para trabajar”, inmediatamente se le mira como un “dinosaurio comunista”, pro-terrorista y cosas así por el estilo. Esto se lo debemos a que los Estados Unidos impusieron esta tenebrosa idea, en reacción contra las políticas de tierra que tanto preconizó el gobierno comunista ruso en su época. 

Por estos días cuando se habla de un acuerdo de paz entre el gobierno y la FARC, el primer punto al respecto se trata de una “Política de desarrollo agrario integral”; ésto nos hace ver que la parcelación de las tierras es una necesidad urgente. 

Los estudiosos de la parcelación de las tierras, han manifestado que esta cuestión debe realizarse urgentemente debido a dos factores definidos: Primero, el aumento de la población humana en el país; y segundo, por los efectos que origina el egoísmo humano, que es realmente espantoso. 

Por estas dos situaciones muy ostensibles, la parcelación de las tierras es una necesidad prioritaria, vital. Por ejemplo, en el país existen sujetos que tienen 2000 y hasta 3000 hectáreas de terreno que, obviamente, no pueden cultivar; pero lo mentalmente anormal de estas personas, es que no dejan tampoco cultivarlas, gozan pensando que toda esa tierra es de su propiedad y hasta sienten satisfacción en quitárselas a otros, como lo conocimos en la inhumana situación -debido a esa distorsión psicológica- ejecutada por grupos terroristas de derecha, donde miles de hectáreas de tierras trabajables que ellos no habían cultivado, fueron hurtadas.

Tomemos como ejemplo a México: La revolución mexicana con su lema "Tierra y libertad", tuvo como fin la parcelación de las tierras; ya Emiliano Zapata lo había dicho con gran sentido común: “Las tierras son de quienes las trabajan". Sin más ni más, como suele decirse: los campesinos trabajan las tierras, las tierras son de los campesinos. El sistema ejidal mexicano es un buen ejemplo de lo que es la justicia agraria.

Así, pues, aquellos burgueses, politicastros y plutócratas que suponen que la parcelación de tierras es comunismo, están perfectamente equivocados, porque México logró en su momento la parcelación de todas sus tierras. Y México jamás ha sido comunista.

Sin duda alguna, el sistema ejidal de México es un vivo modelo de reforma agraria para toda la América. La parcelación de tierras soluciona el problema agrario colombiano en forma total. Y al gobierno y al pueblo le es magnamente conveniente parcelar las tierras para bien de la paz. Además, la parcelación de las tierras aumenta la producción agrícola nacional, debido a que las tierras parceladas cuando son debidamente trabajadas, se convierten en fuentes vivas de inagotable riqueza nacional.

Hoy, que tantos politicastros “vivos” hablan de democracia y se autodenominan demócratas, deben hablar entonces también de “la democratización de las tierras”; con esta situación en marcha, el pueblo campesino tendrá el sagrado derecho a la democratización del crédito agrario, a la parcelación de las tierras, y a la abolición de los injustos impuestos. Esto sería un paso firme para extirpar la violencia en este país; porque el problema se inició cuando los campesinos quedaron sin tierras y un desarrollo agrario pondrá fin al conflicto belicoso entre todos los colombianos…

miércoles, 12 de septiembre de 2012

La paz tiene más poder que la guerra



Ha llegado la hora de reflexionar sobre el destino de nuestro país. Cincuenta años de violencia no han resuelto nada. La violencia en estas cinco décadas ha conducido al fracaso a cada uno de los gobernantes que han pasado por la primera magistratura. Necesitamos serenidad, reflexión, comprensión en estos momentos cruciales en que el Presidente de la República ha colocado sobre el tapete de la mesa el tema de la paz.

Un estudio serio sobre Ética y Sociología de nuestro entorno nos lleva a comprender que hay dolor, hay hambre, hay confusión entre los colombianos; pero nada de esto se puede eliminar mediante los procedimientos absurdos de la violencia; quienes quieren la paz de esta nación a base de violencia, de sangre, de masacres, etc., etc., están totalmente equivocados, porque la violencia, sólo engendra más violencia, y el odio más odio. Necesitamos paz, si es que queremos resolver nuestros problemas sociales, económicos… 

“No se deshace la violencia de los “terroristas” a manotazos”: así lo expresó un político estadounidense. Y en verdad, las Fuerzas Armadas colombianas pueden mancharse las manos de sangre aniquilando los ocho, los quince, los veinte mil o más de seres humanos pertenecientes a las guerrillas, más los miles que ellos ocasionarán a la población civil, combatiendo cuerpo a cuerpo por medio de la violencia; pero si no difundimos la verdad sobre la paz, tales aniquilamientos jamás podrán traernos la tranquilidad interna, sino más dolor, más resentimiento, más ganas de “sacarnos el clavo”. Todo cuanto la paz avance, todo eso la violencia habrá de retroceder.

Incuestionablemente, es indispensable poner más atención a la paz porque rechazándola con millones de argumentos razonativos que elaboran sus contradictores, que son pocos, pero como tienen medios que les facilitan lanzar sus ideas medievales, parecen muchos, eso va creando más conflictos y amarguras que se reflejan en nuestra sociedad día a día con violencia, delincuencia, crímenes, prostitución y abuso a menores, drogas y una interminable lista de flagelos.

En realidad de verdad, si hace treinta o cuarenta años hubiésemos creado la paz, ¿existiría acaso la delincuencia en las corporaciones públicas o privadas, existirían las bandas criminales, el paramilitarismo y sus cientos de agregados? Claro que no.

Por eso es imperativo que cada colombiano no se resista más a la paz; sino que la miremos como un el fundamento para lograr un bienestar en lo económico, en lo social, en lo político, en lo religioso, en lo familiar, en lo personal, etc., etc. Practicando la guerra tal como lo hemos hecho durante estos cincuenta últimos años, lo que hemos alcanzado es provocar más odio, más rencor y la situación social del país se ha tornado cada vez peor. Lo que necesitamos en estos instantes es difundir la paz para disipar los odios.

Es doloroso que muchos de los llamados “políticos” tengan tantos intereses mezquinos que no saben comprender realmente lo que es la Paz; no poseen en su interior psicológico la “Cultura de la Paz”; y sólo quieren que nadie se les atraviese en su camino para disfrutar a sus anchas sus satisfacciones beligerantes. Esas gentes estólidas jamás han experimentado la Paz y sólo tienen sobre ésta, opiniones absurdas, ideales medrosos, conceptos equivocados…