miércoles, 22 de agosto de 2012

El restablecimiento de los valores éticos cambiará el mundo


La humanidad se encuentra metida en una crisis de valores éticos: por doquiera drogadicción, alcoholismo, prostitución, gobernantes cuestionados por peculado, asesinatos, concierto para delinquir, y si “tuviéramos mil lenguas para hablar y paladar de acero” no alcanzaríamos a enumerar cabalmente los anti-valores inhumanos que están llevando a cabo en estos instantes la humanidad actual. 

Indubitablemente, la salida a esta crisis perversa es una revolución espiritual que nos inunde de valores éticos, o sea, el pleno desarrollo de los valores humanos primordiales para el bienestar integral del género humano. 

Se necesita con máxima urgencia que todas las religiones y los gobiernos del mundo promuevan los valores humanos y las cualidades del corazón, que son los elementos claves para una vida humana bondadosa desde la perspectiva del individuo, de la familia y de la comunidad. 

Es lamentable que las religiones y sus miles de sectas que son las llamadas a cultivar estas cualidades interiores, no hagan lo suficiente para enmendar esta situación, razón por la cual desarrollarlas es una trascendental prioridad. 

Los problemas humanos a los que nos vemos confrontados en la actualidad han sido creados por seres humanos carentes de ética, ya sean estos conflictos violentos, pobreza, hambre, destrucción de los sistemas ecológicos, etc., etc. Un súper-esfuerzo puede resolver estos problemas, pero para realizarlos es indispensable elevarnos a un estado más humano con el fin de comprender que todos, blancos, amarillos, negros y rojos, somos una gran familia; la familia humana; todos somos hermanos y hermanas que entre todos debemos desarrollar el sentido de esta fraternidad. 

Lamentablemente, la mente y el corazón de la humanidad está llena de “vanas teorías” y “supuestos mentales “, que a nada bueno puede conducir. Los intelectuales modernos quieren hacer un mundo nuevo según el fantástico modelo que ellos han elaborado en su mente desorientada y desequilibrada. Y es absurdo suponer que con esta clase de gente podamos salir de este caos social con todas sus luchas y egoísmos. 

Los estudios científicos sociales han demostrado que los golpes de Estado, las sangrientas dictaduras, las revoluciones de sangre y aguardiente, las invasiones imperialistas, etc., han sido y son inútiles para un cambio real del individuo, de la sociedad, del gobierno, etc. 

Necesitamos que las religiones y sus sectas religiosas, y los diferentes gobiernos, trabajen con permanente intensidad para establecer con firmeza en la mente los valores positivos del espíritu. 

Cuando los valores groseros del mundo ocupan nuestra mente, el resultado son las bandas criminales de derecha y de izquierda. Y estas bandas criminales han traído consigo el hambre, la miseria, los conflictos bélicos, la ignorancia, las enfermedades, etc. Por consiguiente, nos encontramos en unos tiempos en el que debemos actuar con acciones humanas dignas, es decir, a un nivel más profundo, en el que tomemos en cuenta la igualdad de derechos que merecen los demás de manera respetuosa; porque son seres humanos semejantes a nosotros. 

De todas formas todos los seres humanos somos psicológicamente semejantes, todos deseamos la felicidad y tratamos de evitar el sufrimiento…

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