jueves, 19 de abril de 2012

Despertemos, colombianos

¡PUEBLO LATINOAMERICANO! UNÍOS COMO HERMANO HOY MÁS QUE NUNCA, PARA COMBATIR CON LAS ARMAS DE LA INTELIGENCIA, EL CAPITALISMO DE ESTADO Y EL CAPITALISMO PRIVADO, QUE OS EXPLOTAN Y CONDENAN AL HAMBRE Y A LA MISERIA.



Hace algunas décadas el viejo Echandía, dijo: “Colombia  es un país de cafres”. Hoy la parapolítica, la narcopolítica, la narcoguerrilla, que ha perjudicado notablemente a este país ante la comunidad internacional, viene a sumarse a los incontables problemas que enlodan  al territorio nacional: estafa por parte de los contratistas en las obras públicas, secuestro por parte de grupos armados ilegales y bandas de criminales, atracos por carreteas, viviendas, bancos, hoteles, deshonestidad por parte de los miembros del senado, de la cámara de representantes, de las asambleas departamentales, de los concejos municipales, ministros investigados, ex presidentes en tela de juicio, instituciones de seguridad nacional en estado de completa corrupción, etc., etc., nos obliga a cavilar seriamente sobre las descarada actitud de todos los representantes de los diferentes alicaídos partidos políticos en franca vía de decadencia absoluta, miembros que cometen en sus cargos públicos delitos reprochables e infrahumanos…

Es abominable ver a esta clase de gente cómo ante el signo $ se entregan como prostitutas, en brazo de los actos más detestables: incluso, en esta estampida moral y ética encontramos sujetos pertenecientes a familias consideradas honorables. Y causa estupor ver cada día, cuando encendemos el televisor, o cuando consultamos la prensa, cómo la lista de delincuentes aumenta considerablemente; personajes de la sombra que en gobiernos anteriores eran considerados intocables y que nadie se atrevía a señalar, incluso, los medios de comunicación temblaban ante la posibilidad de rotularlos, son cabecillas perversas del robo, del  pillaje, del bandalaje. ¡Qué ejemplos tan execrables para la presente y futura generación!

En una Revista de circulación internacional, Colombia es presentada como un “paraíso de ladrones” donde “los políticos son los jefes de bandas criminales” , y “lo que es aún más grave –dice la revista en mención- no existen instrumentos precisos para luchar eficazmente contra ese flagelo que afecta a ese país, otrora cuna de grandes lumbreras intelectuales; pero hoy parece un trasatlántico que anda a la deriva, pues las leyes para atacar a los delincuentes es imposible elaborarlas, ya que los mismos malhechores son los que  ocupan esa alta esfera, y como es obvio, impiden fabricarlas; auncuando eso no debe sorprender a nadie, debido a que un gran capo de los parapolíticos, ya lo había anunciado. Esto nos recuerda las palabras del Evangelio Bíblico: “Y si la sal  se corrompe…”

Los colombianos no debemos olvidar que nuestras instituciones democráticas han sido conquistadas con tenacidad, con aferramiento, con muertos, con alegría y con chicha; por eso necesitamos ideas nuevas, modernas, que sean concebidas por mentes extraordinarias, renovadas, que permitan concebir un nuevo país de colombianos decentes, cultos, civilizados, que nos lleven a redescubrir el país de los ideales de Bolívar, de Nariño…

Esos ideales se han ido esfumando, porque parece que los invasores españoles se quedaron aquí en cuerpos colombianos, con mentes rancias y depravadas que los ha llevado a cometer los mismos actos de robo, despojo de tierra, violencia, violaciones de los derechos humanos, asesinatos, injusticias, y cientos de delitos más, como en esos esotros tiempos…

                                      www.acegap.org

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