lunes, 9 de abril de 2012

SOCIEDADES ANÓNIMAS Y COOPERACIÓN


¡PUEBLO LATINOAMERICANO! UNÍOS COMO HERMANOS HOY MÁS QUE NUNCA, PARA COMBATIR CON LAS ARMAS DE LA INTELIGENCIA EL CAPITALISMO DE ESTADO Y EL CAPITALISMO PRIVADO, QUE OS EXPLOTAN Y CONDENAN AL HAMBRE Y  A LA MISERIA.

Desde la noche profunda de los siglos existe la hermandad del delito, la fraternidad tenebrosa,cuyo comandante es el
demonio Yahvé, que la Iglesia Fracasada deliberadamente ha querido hacerlo pasar por el Omnisciente, mnimisericordioso y Glorioso Señor Jehová.  
         
Quien haya estudiado los “Protocolos de los Sabios de Sión”comprenderá los planes y proyectos de la fraternidad tenebrosa. Esta tiene su programa de acción y sus vínculos humanos de expresión. Analizando juiciosamente la cuestión de las sociedades anónimas descubrimos con infinito dolor que éstas son precisamente maravillosos instrumentos de la fraternidad tenebrosa. En el fondo, las grandes sociedades anónimas constituyen los verdaderos gobiernos que se ocultan tras de los gobiernos nominales. 

Prácticamente, los gobiernos nominales están de hecho controlados por las grandes sociedades anónimas. Así es como la fraternidad tenebrosa controla a los Estados y a los pueblos. Las grandes sociedades anónimas explotan los pozos del petróleo y arruinan el subsuelo de la tierra. En cierto país suramericano vimos cómo los nativos eran sacados por los alguaciles extranjeros cuando se atrevían a meterse en una región petrolífera explotada por una gran sociedad anónima extranjera. Así que estos nativos siendo ciudadanos de un país soberano e independiente, no tenían derecho a transitar por su propio suelo, por el suelo sagrado de sus padres. Esto de hecho es ya un atentado contra la independencia y soberanía de las naciones libres. Dicha clase de sociedades anónimas son puñales clavados en el corazón de los países soberanos. Así es como las naciones pierden su independencia y se hacen esclavas.  

Las grandes sociedades anónimas arruinan a los pueblos y les quitan su independencia. Las grandes sociedades anónimas monopolizan los productos de primera necesidad y hambrean a los pueblos. Las grandes sociedades anónimas compran todas las cosechas; las guardan en sus graneros, las revenden a los pueblos hambrientos, o las negocian con países extranjeros. Esa es la triste realidad de dichas sociedades que no tienen más Dios que el becerro de oro. 

Las grandes sociedades anónimas se apoderan de las mejores industrias para encarecer la vida. Toda industria productiva, todo producto de primera necesidad cae tarde o temprano en las siniestras manos de las sociedades anónimas. 
        
 El sentido de la nueva era es cooperación. Es absurdo aguardar que los gobiernos hagan todo. Todas las agrupaciones religiosas, sociales, filosóficas, ocultistas, espiritualistas, etc., deben COOPERAR para el bien común. Este es el programa divinal de nuestro Señor el Cristo. Donde hay cooperación hay progreso inevitable, donde se excluye la cooperación el fracaso es inevitable. Las organizaciones que explotan al prójimo y no cooperan están condenadas a la catástrofe. Los Truts y monopolios extranjeros son aborrecidos por las clases trabajadoras precisamente porque en vez de cooperar explotan.  
         
El mundo del comercio debe cambiar el sistema de competencia cuyo jefe funesto es el demonio Yahvé, por el de cooperación, cuyo director general es el Cristo. La competencia es falta de inteligencia. La competencia origina conflictos innecesarios entre los comerciantes, esos conflictos no benefician a nadie y sí perjudican a todos. Es urgente cambiar el no inteligente sistema de competencia por el de cooperación inteligente. Así todos los comerciantes se benefician. Las organizaciones avanzadas del pensamiento deben enseñar con  su ejemplo cooperando. Toda humana organización puede cooperar en una u otra forma por el bien común.  Nosotros somos una familia y no debemos atormentarnos la vida miserablemente porque eso es absurdo. Que cooperen los comerciantes en vez de atormentarse con la competencia, que cooperen los hombres de ciencia, en vez de fabricar armas, que cooperen las religiones para enseñar caridad consciente en la práctica, que cooperen los médicos asociándose para servir mejor, etc., etc., etc. La cooperación trae beneficio económico, la cooperación trae paz, pan y trabajo fecundo y creador. 
         
¿Quiénes constituyen las sociedades anónimas? Los personajes de la sombra, los adeptos de la magistratura negra, el enemigo secreto. Estos tenebrosos hambrean a los pueblos, y acaban con la independencia de las naciones soberanas.  Detrás de todo gobierno está desgraciadamente del enemigo secreto, el enemigo del pueblo cuyos vehículos de expresión son las sociedades anónimas. Resulta duro decir que los gobiernos nominales, realmente son gobiernos títeres controlados por los hilos secretos de las grandes sociedades anónimas.  
        
 Los pueblos van alegres a las urnas electorales para elegir sus gobernantes y las grandes sociedades anónimas se ríen en secreto de la ingenuidad de los pueblos, porque ellas son las que verdaderamente gobiernan, así es como los pueblos de la tierra son defraudados.  A estas poderosas sociedades anónimas no les importa el sistema de gobierno, o el partido político o los nuevos gobernantes escogidos por el pueblo. Ellas son las que gobiernan  y eso es todo. Las grandes sociedades anónimas están defendidas por las armas. Nadie puede oponerse contra ellas porque le cuesta la libertad o la vida. 
         
Es necesario que el individuo se haga plenamente consciente de lo que son dichas sociedades. Es urgente instruir al individuo. Es urgente explicarle a la gente lo que son dichas sociedades. La masa ignora lo que son dichas sociedades, la masa sólo conoce las abreviaturas S. A. Si queremos que la masa deje de ser ignorante, instruyamos al individuo, todas las escuelas esotéricas, logias, sistemas, órdenes, etc., pueden cooperar en esta forma por el bien común. Todas las religiones y sectas pueden unirse a nosotros para trabajar acabando con la ignorancia del individuo. Así acabaremos con la ignorancia de los pueblos. Cuando la ignorancia desaparece, las tinieblas se acaban. El peor enemigo del hombre, es la ignorancia. 
         
Cuando el individuo se haga plenamente consciente de lo que son las grandes sociedades anónimas y que su jefe supremo es el demonio Yahvé, cuando tenga plena conciencia del mal que ellas hacen al pueblo, cuando entienda a fondo que él también es víctima de esas sociedades, entonces dejará de cooperar con ellas. Ese es el camino del éxito. Ese es el sistema para acabar con esas sociedades. Cuando el individuo no sostiene a tales sociedades, éstas desaparecen inevitablemente. La masa no es sino la extensión del individuo. Si cada individuo deja el sostenimiento de dichas sociedades, la masa no cooperará, es decir, no sostendrá a tales sociedades parasitarias, y el resultado será su muerte inevitable. 
        
 La acción colectiva contra tales sociedades será el resultado de la comprensión individual, cuando el individuo ni le compre ni le  venda nada a tales sociedades, la desaparición de éstas será un hecho. Empecemos pues con el individuo, expliquémosle al individuo, a cada individuo, lo que son tales sociedades anónimas. Ese es el procedimiento. Más tarde podremos actuar colectivamente en forma ordenada y sistemática. Empero ahora debemos empezar por el individuo. Eso es todo. Sólo es posible actuar colectivamente contra las sociedades anónimas, el día que cada individuo sea capaz de actuar individualmente con plena y absoluta conciencia de lo que hace.  Este sistema le parecerá muy largo a las gentes impacientes. Empero no existe otro camino. Los que quieren cambios rápidos inmediatos, en el orden económico y social, también crean normas rígidas, dictaduras de extrema derecha o extrema izquierda, no aspiran a que se sepa cómo pensar, dictan lo que hay que pensar. Todo cambio brusco defrauda su propio objetivo, y el hombre vuelve a ser víctima de aquello contra lo cual luchó. Con malos medios jamás lograremos buenos fines.  

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