domingo, 8 de abril de 2012

Politicastros y plutócratas

¡¡ PUEBLO  LATINOAMERICANO !!  UNÍOS  COMO  HERMANOS  HOY  MÁS  QUE  NUNCA, PARA  COMBATIR  CON  LAS  ARMAS  DE   LA   INTELIGENCIA   EL  CAPITALISMO   DE  ESTADO  Y  EL  CAPITALISMO  PRIVADO,  QUE  OS  EXPLOTAN  Y  CONDENAN  AL HAMBRE  Y  A  LA  MISERIA.

                               
                                     
Hoy por hoy, el político trata sólo con la politiquería; toda la estructura de la política moderna se basa en las promesas que los politicastros nunca cumplen, en su farsa, y en su engaño, y así estos seres perversos, causan abominables estragos y traen más desdicha al país. La política de hoy día, es meramente un instrumento de explotación; pero si el político tuviera la inteligencia de considerar la vida como un medio de servir a su prójimo, y no únicamente como un medio de aprovechamiento egoísta y contemplara los problemas insolubles del pueblos, entonces él sería un verdadero ser humano, no una arpía inhumana. 
         
En Colombia, por ejemplo, hay millones de niños que padecen desnutrición y mueren de hambre. El político dice: “Invito a la nación a que seamos liberales, conservadores, comunistas; así podemos resolver el problema del hambre”. Pero, en verdad, el modo de resolver el problema de la desnutrición y del hambre no es perteneciendo a tal o cual partido político, sino todo lo contrario, cooperando con la clase desprotegida. El hambre es un problema nacional y este proceso de aislamiento como liberal, conservador o comunista, no hace sino incrementarlo aun más. Por consiguiente, un auténtico político sería aquel que aborda los problemas del pueblo, no con personalismo, sino como un ser humano bondadoso, si no es así, causaría mayores estragos, mayores males, mayor desdicha, como lo vemos actualmente. Mas, si el político considera la totalidad de la vida humana, sin discriminar entre razas, estratos, regionalismo y clases, entonces es un ser humano auténtico y puede ser un buen político. 
         
Lamentablemente, los mal llamados políticos son seres moldeados por una educación marchita, por una sociedad menguada; esto lo hace un ser humano interesado principalmente en poseer dinero, y para eso saquea, roba, engaña, defrauda, etc., en su período de gobierno, ahogando la mínima reflexión humana, o el asomo de un ente culto. Esa meta de enriquecerse a como dé lugar, pone fin a cualquier vislumbre de caridad y engendra miedo, el cual bloquea la inteligente comprensión de su vida, como hombre público. Todo esto es así porque la enseñanza académica convencional torna extremadamente difícil el pensar espiritual. 
        
 Los politicastros en el fondo, sólo se preocupan por su posición burocrática, por escalar mejores posiciones, los concejales, aspiran a ser diputados, estos a su vez piensan en ser Representantes, Senadores,Presidentes, etc., y así quieren hacerse sentir, trepar al tope de la escalera y engañar a los pueblos con falsas promesa que no se consuman nunca. De esta forma, la farsa, la mentira, el engaño, rigen al pueblo colombiano constitucionalmente. Y el daño moral ha sido tremendo que alcanza a afectar hasta las zonas más profundas de la subconsciencia humana. 

Es obvio que mientras tengan existencia los políticos de tipo reaccionario, regresivo y retardatorio, todos los esfuerzos revolucionarios de los trabajadores se convertirán en sangre y dolor al chocar inútilmente contra los muros  abyectos de los politicastros. El pueblo trabajador colombiano tiene mucha hambre, los gremios obreros están cansados con tantas injusticias cometidas por los politicastros y exigen sus derechos. Nosotros los trabajadores necesitamos llevar al poder a los hijos del proletariado, Sólo así podemos lograr con éxito la transformación radical de la sociedad. 

Mientras los Tres Poderes: Ejecutivo, Legislativo, Judicial, estén representados por los zánganos politicastros, representantes del capitalismo imperialista o sus compadres, los señores de la reacción comunista, toda transformación radical del proletariado será saboteada desde arriba aunque los de abajo chillen y griten. 
         
El Partido Socialista Cristiano Latino-Americano (POSCLA) y el pueblo latinoamericano van a enseñarle al mundo cuándo y cómo es que se vive de verdad. La América Latina tiene que establecer en el mundo un nuevo Orden Revolucionario. 
         
Tras los politicastros están los plutócratas imperialistas, las poderosas sociedades anónimas, los trusts, los monopolios, etc., etc., etc. Los politicastros están secretamente controlados por los potentados del imperialismo capitalista. Verbigracia, los jefes de los distintos estados latino-americanos son únicamente títeres, marionetas controlados por los hilos secretos de los señores del oro y de la plata, a quienes no les importa un comino el dolor de las clases sufridas. Aun cuando parezca increíble, detrás de todos los gobiernos nacionales de la América Latina, está el imperialismo yanqui, los amos del capital. 
         
Los plutócratas del capitalismo "gringo", los señores del oro y de la plata, los potentados del petróleo, los agentes tenebrosos de las grandes sociedades anónimas, resultan en el fondo ser los verdaderos gobiernos que se esconden astutamente tras los gobiernos nominales. 
         
El político debe ser anti-imperialista. Despojándonos de toda clase de fraseología inútil, diremos con plena seguridad que el político corrupto, el politicastro debe terminar en la América. En nuestro país, Colombia, y en toda la América Latina, necesitamos con urgencia una nueva organización económica y política que cumpla la tarea gigantesca relacionada con la industrialización y educación pública, pero liberada de sus aspectos cruentos de explotación humana y vasallaje nacional, y eso sólo lo pueden llevar a cabo los “políticos” en el sentido exacto del término; políticos pletóricos de caridad cristiana. 
         

El politicastro carece de caridad y cualquier cuestión que hace para favorecer a las gentes infelices lo lleva a sentirse tan inmensamente satisfecho de su “gran caridad” que piensa que hasta ahí no más llega su gestión; pero en verdad no posee compasión para los desamparados desplazados, que martirizados, hambrientos y desnudos deambulan por las calles. Para esos infelices parias no hay cómodas residencias, ni adecuados vestidos. En verdad la crueldad que cada politicastro lleva dentro, se expresa afuera como falta de legítima  caridad para las víctimas del infortunio.  
         
El politicastro es cruel y malvado, y lo que los pueblos necesitan son políticos verdaderamente caritativos que brinden a todos los seres vulnerables, exquisitos y agraciados hogares. Es obvio que esto sería un hecho si cada político se hace consciente de su propia crueldad; sólo cuando comprenda que es egoísta e inhumano, desaparecerá la crueldad en forma clara y espontánea; y brotará en su forma de pensar y sentir algo nuevo; eso nuevo, es la auténtica caridad consciente. 
         

El país necesita con suprema urgencia políticos auténticamente caritativos, democráticos, que trabaje por sus compatriotas desamparados y afligidos. Sólo así es posible que el gobernante y las entidades pertinentes, brinden a esos “huérfanos” colombianos desplazados, pan, abrigo y refugio. Estos seres desamparados,  son también seres humanos. Ellos no son menos que nadie, son tan humanos como cada uno de los habitantes de esta nación; ellos tienen los mismos derechos que tenemos todos; y los políticos, y los gobernantes actuales deben reconocérselos. La crueldad para con  estos compatriotas no admite justificación. Al respecto, ¿qué  hacen  los miembros de los partidos políticos? ¿Por qué no se asocian para resolver este problema de estos compatriotas desamparados? ¿Cuándo vamos a practicar la democracia que tanto pregonan en sus campañas políticas? En verdad las ideas democráticas que dicen defender, deben ahora aplicarlas en realidad concreta. 
         
Ese es el motivo por el cual, el POSCLA insiste en lo indispensable que es que elijamos para las alcaldías, gobernaciones concejos, asambleas, senado, presidente, etc., seres humanos en el sentido más profundo  del término, que practiquen la caridad consciente como bálsamo milagroso que consuele los adoloridos corazones de estos hermanos colombianos que por carencia de una  verdadera democracia se encuentran en procelosa desgracia.  
         
¡Cuán doloroso es ver a millones de colombianos desplazados, pobres, sucios, miserables y descalzos andando por las lujosas calles de las congestionadas urbes de este país¡ Se necesita de manera impostergable que los miembros de todas los partidos políticos, los obreros de todas las fábricas, la gente de todas las industrias, los devotos de todas las religiones se asocien y trabajen por estos desventurados. 

El gobierno colombiano que presume de ser civilizado y dizque muy cristiano, abandona a millones de colombianos y los deja vagar por las calles, hambrientos y desamparados. Y allí en ese grueso número de colombianos desplazados, van miles de niños; sí, niños… ¡Cuán lejos  está  este gobierno de haber entendido al Cristo cuando dijo: “Dejad que vengan los niños a mí porque de ellos es el reino de los cielos”! ¡Cuán lejos se encuentra la sociedad colombiana de comprender lo que significa realmente ser cristiano! Ha llegado la hora de realizar urgentemente un Cristianismo Socialista enseñado por Mesías, los Profetas, los Santos… 
        
 Los infames politicastros son los verdugos del pueblo. Los abyectos politicastros lo único que hacen es engañar y explotar miserablemente a los sufridos y hambrientos trabajadores.La revolución social cristiana no necesita de sangre y aguardiente, ni de campos de concentración, ni de nuevas Siberia, ni de fusilamientos y cárceles,pero sí de sabios gobernantes,verdaderos políticos, verdaderos legisladores del proletariado; pero ante todo es necesario llevar a la Presidencia de la República a los hijos del pueblo a verdaderos Trabajadores de pico y pala, a hombres del proletariado, jamás a políticos astutos que nunca han hecho nada por el pueblo. 

Es la obra la que habla por el hombre no el hombre por la obra, "por sus frutos los conoceréis". Hasta el momento ha resultado ser un exabrupto que el pueblo haya dado el voto por un sujeto corrupto, por un politicastro que nunca ha hecho nada por el pueblo, que jamás ha pertenecido a las filas del proletariado. Ha resultado ser una estupidez por parte del proletariado dar el voto por aquellos candidatos que fueron impuestos por la propaganda de las camarillas de zorros políticos, astutos y egoístas. 
         
Cuando el pueblo colombiano, cuando los pueblos latinoamericanos lleven al poder al proletariado y se industrialicen, entonces ya los "gringos" no podrán monopolizar todos los mercados y seremos libres de verdad. El “Enemigo Secreto” que se esconde tras todos los gobiernos y que sabe utilizar a los gobernantes en forma astuta, ha trazado todo este plan maquiavélico de apoderarse de los recursos de las naciones latinoamericanas; y está ya previsto con mucha anticipación, que una vez debilitados todos los sectores sociales que podrían oponérseles, religión, capital del campo, capital de las ciudades, etc., etc., etc., vendrá entonces la revolución armada para acabar con todo el orden cristiano-democrático e implantar nuevo orden de tipo Marxista-Leninista.

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