miércoles, 27 de junio de 2012

¿Cuánto nos cuesta la ayuda del Tío Sam?


Desde muchísimos años hemos venido escuchando cómo los Estados Unidos de Norteamérica "dona" a los países lati -americanos helicópteros, aviones, material de guerra y sobre todo millones de dólares para desarrollar programas sociales, económicos, etc., etc. Son millones de dólares para solucionar desastres ambientales, naturales, re-inserciones de miembros alzados en armas y problemas varios, pero en la práctica obser- vamos que jamás ha habido solución a ningún problema de éstos. ¿El motivo? Todo esos millones de dólares tienen una sepultura inevitablemente: Los "sótanos de los bancos" Y la "caja fuerte" de los poderosos. Sólo los privilegiados gozan de esos dineros. Las pobres meseras de restau- rantes, el humilde barrendero de las calles, el sufrido limpiador de calzado, el paciente campesino, etc., apenas si, y en forma vaga, se enteran de estas noticias relacionadas con esta cuestión de esas "donaciones". Esos millones de dólares resultan un magnífico regalo para las bolsas de los altos magistrados.

Hay un dicho vulgar que dice:
"Ante el arca abierta el más Justo peca"; pero la llave del arca la tienen siempre los poderosos. El famoso Tia Sam podra regalarle sus tesoros a la América Latina, sin que por ello termine en estas sagradas tierras de los "Hijos del Sol", el hambre y la miseria. Aparentemente, los paises latinoamericanos son libres y soberanos, pero esto no es asi, pues dependen del Tío Sam. América Latina todavía no es capaz de bastarse a sí misma, por lo que es esclava de las grandes potencias económicas.

Están equivocados aquellos que piensan que si todos los tesoros de los ricos se repartieran entre los pobres terminaría el hambre de los pueblos; pero en verdad, los tales tesoros no sólo no alcanzarían para dar a todos los pueblos, sino que además el hambre se multiplicaría. El único sistema que no fallaría para acabar con el hambre, la miseria, se llama "industrialización". Si los paises latinoamericanos se industrializaran totalmente se harían entonces libres de verdad, porque podrían bastarse a si mismos  mas. El país  que es capaz de producir todo lo que consume, y además lo que no alcanza a consumir se convierte en exportador. El país que no necesita importar porque puede bastarse a sí mismo, es libre de verdad

La América Latina es esclava de las potencias industriales por el hecho de no poder bastarse a si misma; los paises latinoamericanos tienen que comprar al Tío Sam mercancías de toda especie: Máquinas, aviones, automóviles, etc. El Tio Sam exige el pago con moneda de esa que circula en todo el territorio de los Estados Unidos; él no acepta otro tipo de moneda y esta moneda, en relación con las monedas de los paises latinoamericanos, es demasiado alta. Los importadores tienen que pagarle a los Estados Unidos toda la mercancía importada en dólares o con el equivalente en dólares, como si todos los países latinoamericanos fuesen Estados del territorio norteamericano.

Los consumidores tienen que comprar caro, al precio equivalente en dólares, porque los importadores no pueden importar barato. La víctima final de toda esta tragedia es el pueblo sufrido, humillado Y explotado. Ya en el pasado un estadista colombiano dijo: "La economía política no ha dado ningún resultado favorable, necesitamos crear una economía administrativa". Lo cual Indica que cada país latinoamericano debe crear su propia economía administrativa nacional. Por eso la América Latina necesita industrializarse totalmente para hacerse libre de verdad; ha llegado la hora de aprender por sí mismo. Ha llegado el momento que los pueblos Latinoamericanos comprendan la necesidad de la industrialización.

Las famosas "donaciones" que Estados Unidos de Norteamérica presta a los países latinoamericanos, no sólo no acabarán con el hambre, como hemos observado durante muchas décadas, sino que además se encuentran complicando aún más la economía  de estos pueblos. Los países latinoamericanos con esos millones de dólares contraen de hecho muy grandes compromisos con el Tío Sam. Sólo la industrialización de América Latina la hará libre de verdad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario