lunes, 4 de junio de 2012

SOBRE LA POLÍTICA Y LOS POLITICASTROS







Voltaire dijo: “Política es el arte de sacar la mayor cantidad de dinero posible a todas las personas de una nación, para repartirlo entre unos pocos”. 

Para seguir a Voltaire no se necesitan principios éticos; pero para oficiarcomo sacerdote en el altar de la democracia, sí se necesitan muchos valores espirituales.
         
Nuestro país está lleno de politicastros bribones que sólo quieren dinero, posiciones  burocráticas y satisfacción total de todas sus ambiciones. 

A los politicastros  no les gusta la ética, se ríen de la espiritualidad. Cuando un politicastro llega al poder toma por su cuenta el sagrado erario público, porque es un ladrón instintivizado por naturaleza.
         
El mundo de la llamada política está lleno de asquerosos politicastros. Hay muchos “políticos”, que como los “fariseos”, se asean por fuera, pero por dentro, en su psiquis, o sea, en su manera de pensar, sentimientos y acciones están “llenos de podredumbre y huesos de muertos”.

Toda persona que quiera convertirse  en un verdadero y auténtico político para oficiar en el altar de la democracia, necesita practicar una ética basada en una psicología revolucionaria. Sin una ética de fondo, las mejores fórmulas sociales y económicas fracasan.
         
Los politicastros dicen: “Primero yo, segundo yo, tercero yo”. Ese  egoísmo refinado sabotea y reduce a cenizas las mejores fórmulas políticas y económicas; por eso, para ser un auténtico político, se debe estudiar y erradicar ese factor destructivo: el egoísmo. De no hacerlo, queda convertido en un ladrón politicastro.
         
El partido político es la extensión del individuo y lo que es el individuo es el partido político, es el país, es el gobierno. Es imposible lograr la transformación social del país si los bribones de la política no se transforman. Y es imposible que los politicastros se transformen si no se interesan por la disolución del egoísmo, que es una de las causas de los problemas y conflictos del país.
         
Existen muchas fórmulas salvadoras relacionadas con la economía y con los problemas sociales, pero es cierto y de toda verdad, que sin una ética fundamentada en una psicología que tenga como base eliminar el egoísmo, el robo, el delito, la crueldad, etc., que carga el politicastro, todo terminará en rotundo fracaso. Hasta el momento todos los politicastros han fracasado; no han sido capaces de resolverle el más mínimo problemas a los colombianos.
         
Todo partido político, toda doctrina política debe tener una ética de fondo. Ser político es ser practicante de una ética basada en la disolución de los elementos inhumanos que causan al pueblo desempleo, hambre, desnudez, analfabetismo, etc. Ese es el tipo de político que debemos escoger en las próximas elecciones. ¡Basta ya de llevar al poder ladrones, verdugos, bribones, rufianes, bellacos, truhanes, politicastros con mentes regresivas, retrógradas!
         
Hoy , cuando los pueblos son vilmente explotados y engañados; hoy, cuando los pueblos han perdido la fe en sí mismo; hoy, cuando la humanidad, desbocada e incontenible, busca en el placer y en la ambición  un consuelo para la maldad y una justificación para su existencia; hoy, cuando el ser humano bendice sus propias armas y se prepara para una batalla final, creyendo que el último que quede será el dueño del botín; hoy, cuando el ser humano está en guerra en su propio hogar, en su trabajo, y en el seno de la sociedad; se necesita un partido político del pueblo y para el pueblo.
         
Ya vemos que los grandes burócratas, los politicastros y plutócratas,  siempre que se aproximan las elecciones para la primera magistratura fundan movimientos políticos con la finalidad de continuar en el control y manejo de los países, entonces, ¿por qué el pueblo no crea su propio partido para llevar a un hijo del pueblo a la presidencia?
         
Si el pueblo es el que elige, o sea, el que tiene la sartén por el mango, ¿por qué no puede decidir su propio destino, y escoger libremente sin necesidad de tener en cuenta el candidato impuesto por el orden económico?
         
Los auténticos obreros jamás han tenido su propio partido político. En algunos países hemos visto que los movimientos políticos llamados ``obreros``, en verdad ahí no hay tales obreros, en esos partidos no existe un
verdadero trabajador de pica y pala.
         
En ninguna de las constituciones políticas de los países se prohíbe al pueblo tener y manejar su propio y legítimo partido político; sino por el contrario, siempre manifiestan que el Estado es del pueblo, luego, si eso es así, ¿por qué el pueblo tiene que delegarlo a unos politicastros que usufructúan sus bienes? 

Hoy el pueblo debe salir de ese aletargamiento de siglos y comprender que la ciencia política enseñada por los grandes sabios que en el mundo han sido, es la única que les mostrará el camino seguro para liberarse de la tormenta de miseria, hambre, desempleo, abandono en que se encuentra.
         
Un partido político del pueblo será el puente tendido en el abismo para que salgamos de él; será el bienestar integral de los seres humanos; será la gran panacea que combatirá la corrupción y pérdida de los valores éticos, y por su carencia los politicastros se han apoderado de las naciones de la Tierra y han llevado al ser humano al caos y a la desesperación. Un partido político del pueblo es lo único que puede ser absolutamente social saturado  de acción edificante y esencialmente dignificante.
         
Ningún partido político obrero podrá ser anti-social o enemigo de la felicidad del pueblo, sino, muy distinto, pues, implica romper con el caduco orden social y económico establecido por los politicastros de la actualidad.




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